Para José Pérez Díaz
Quiero desde estas líneas dirigirme a ti, José Pérez Díaz, sin el apellido que se te pone mediáticamente detrás de Pepe, no se lo merece la entidad financiera a la que pertenecimos los dos. Te escribo como ex compañero de trabajo y para dar a conocer tus cualidades profesionales. Demostraste que eras el número uno en aquella época. Siempre batiste récords en objetivos y la propia entidad te ponía como ejemplo a seguir. Nos dejaste asombrados con tu argucia cuando Rumasa. Como estaban cerrados los bancos del grupo te dirigiste a las empresas clientes de esas entidades ofreciéndote para solucionarles los problemas que tuvieran y, claro, las captaste con el consiguiente beneficio para la entidad para la que trabajabas. Podría comentar alguna más, pero para qué. En el tema judicial te comprendo, ya que en aquella época las órdenes (que no instrucciones que se daban) eran de palabra y si no las seguías ya sabías a qué te atenías. Si no, pregúntale a Arenal (pista para ti). Ojalá se atrevan algunos directivos a ofrecerte ayuda con su testimonio.
Las empresas que te ofrecieron trabajo no saben la suerte que van a tener. Yo no tengo empresa alguna, pero si te ofrezco una oficina gratuitamente en la plaza del Ayuntamiento de Avilés para que te instales.
Suerte y felicidad, que te la mereces.
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