Muchas gracias por la huelga, médicos
Mi sobrino estaba tumbado y preparado para empezar una operación de implante en el oído para mejorar su capacidad auditiva, que le dificulta seguir el ritmo de sus compañeros en el cole.
También estaba el médico que lo iba a operar y el resto, también.
Pero el/la anestesista decidió hacer huelga y, además, sin avisar, ni siquiera a sus compañeros; y la operación se ha tenido que suspender; seguramente hasta el año que viene.
Muchas gracias por su atención, señor/a anestesista, de mi parte, de la de los padres y, probablemente, también de parte de sus compañeros, a los que ni siquiera tuvo la decencia de avisar antes de preparar todo.
Si es que hasta para hacer huelga hay que saber y, por lo visto, usted será licenciado/a en Medicina, pero formación, educación y saber estar no figuraron nunca en sus planes de estudio.
Sé –porque tengo amigos y conocidos en el gremio– que hay quienes hacen huelga de frente, es decir, con pegatina, dentro de un listado que el resto conoce, y hay quienes hacen huelga de tapadillo, de baja intensidad, a mala leche y, además, cobrando (porque no se abandona el puesto, aunque no se trabaje).
Con los primeros se puede estar o no de acuerdo, pero están en su derecho.
Con los segundos, no hay más que el desprecio más absoluto.
No se preocupe que no se me olvidará comentarlo en las múltiples tertulias que hay sobre la huelga de médicos.
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