La Nueva España » Cartas de los lectores » No vuelva, señor Cascos

No vuelva, señor Cascos

26 de Julio del 2009 - Ana Teresa Fernández García (Oviedo)

La noticia de que Francisco Álvarez-Cascos quiere, ahora, ser candidato del PP en Asturias para las próximas autonómicas más que una noticia parece una broma. Y no lo digo porque no considere, y mucho, lo que ha hecho don Francisco por el PP y por Asturias, sino porque también considero lo que dejó de hacer, o mejor, hizo mal, especialmente para el PP de Asturias.

Aunque soy joven, por edad y como simpatizante del Partido Popular, entre lo que he leído, lo que he visto y lo que he escuchado, creo conocer los "impulsos" que mueven -y que movieron- a don Francisco en todas sus salidas a escena en Asturias -directamente o a través de conocidos portavoces del "casquismo"-, tras abandonar la Vicepresidencia del Gobierno, para sembrar polémicas internas, cuando no verdaderos cismas -al menos, ésa parecía la intención- en el PP asturiano. Él, o su sombra, siempre aparece cuando se vislumbra que algo bueno puede pasarle al PP asturiano, aunque sólo sea consolidar la paz interna que tanto costó recuperar después de que él la destrozara con su ataque personal contra Sergio Marqués.

En el fondo, don Francisco, ya antes de esa jubilación política que anunció pero que aún hoy parece no asumir, siempre pareció el mejor servidor de los intereses del PSOE regional. Si no fuera por un respeto mínimo a su brillante pasado en el Gobierno de Aznar, casi se podría pensar que ha sellado una alianza con los socialistas para boicotear cualquier posibilidad de que un/una candidato/a del PP asturiano pueda desalojarlos del poder y convertirse en un nuevo/a líder popular en nuestra comunidad. Ésa, sin duda, es la conclusión permanente de sus salidas a escena, aunque probablemente no estén motivadas por ninguna "alianza" contra natura -al menos ideológica, porque en los negocios existen otros valores-, sino, simplemente, en una inconfesable resistencia a que los éxitos puedan volver al PP asturiano sin Cascos, sin el gran don Francisco, que todo lo fue y casi todo lo pudo, menos, por cierto, jubilarse de una vez por todas, comprendiendo que quien trata de reeditar viejas glorias lo único que puede conseguir es arruinar las ya vividas.

Y siguiendo esa dinámica, es fácil situar esta nueva aparición de don Francisco. El PP asturiano vive tiempos de cambio y un clima interno que parece poder lograr que, finalmente, con la retirada como candidato ya anunciada por Ovidio Sánchez, surja una nueva opción ampliamente aceptada para afrontar unas elecciones autonómicas que se presentan mejor que nunca ante la evidente caída en picado del PSOE en Asturias y en España. De hecho, esta nueva aparición se planteó días después de que este mismo periódico anunciara que se barajaban los nombres de tres mujeres para representar a los populares en Asturias. ¿Un candidato con amplia aceptación, mujer, joven...? ¡No puede ser! ¡Incluso puede ganar! Y entonces la maquinaria de fieles amigos de don Francisco se puso en marcha y le puso de nuevo en el centro de la polémica para tratar de chafar esta buena solución para el PP asturiano...

Los fieles amigos de don Francisco... Todo un ejemplo, como él mismo, de renovación... Y, salvo en el caso del incombustible Isidro Fernández Rozada, que nunca ha caído -y previsiblemente no lo hará hasta que alguien tenga el buen juicio de empujarlo- en la tentación de jubilarse, todos, como él, viviendo la experiencia de ese irse sin marcharse del todo que les permite mantenerse al margen de todo, pero con patente de corso para criticarlo todo. Han salido todos, menos el inefable Oblanca, aunque no desespero de verlo de nuevo en este ruedo de fango en el que tan bien se maneja.

Los únicos que parecen felices con la aparición de Cascos son los socialistas. Porque, aunque parezca que les mueve el miedo a este candidato, en realidad lo que les mueve es la inconfesable alegría de que pueda volver a resolverles las elecciones dividiendo al PP asturiano y boicoteando a un buen candidato/a. Si yo fuera Tini Areces o Javier Fernández, estaría feliz. Cualquiera de ellos sabe que con don Francisco como candidato tendrían enfrente a un PP dividido -casi en guerra civil interna, que es el ambiente que más le gusta al "casquismo"- y a los suyos más unidos que nunca para darle donde más le duele a este político que se ha destacado siempre por tener pocos amigos y muchos y muy convencidos enemigos. ¡Qué mejor panorama electoral!

Y digo yo: si don Francisco quiere de verdad a su PP y quiere lo mejor para Asturias y para su partido, por qué no empieza a demostrarlo de otra forma. Por ejemplo, aportando algo, contribuyendo a algo, sumando y no restando, siendo, nada más y nada menos, un afiliado de base, sin más ambición que poner a disposición de su partido su experiencia como gestor y como político. Para mí, a don Francisco, que ha demostrado su consistencia política durante muchos años y su valía como miembro del mejor Gobierno español, todavía le queda por demostrar su dimensión humana, que, normalmente, se escribe con humildad, con conciencia sobre las propias limitaciones, con respeto hacia los demás y con la mínima ambición posible. Vamos, con vocación de servicio, en este caso, a un partido, más que con vocación de servirse de él según sus intereses del momento.

Lo único que espero es que en esta ocasión tenga el mismo éxito que en su última salida a escena tratando de boicotear a Mariano Rajoy. Eso sí, si falla, ¡por Dios!, que se jubile de una vez... Y si se lleva consigo a quienes tan bien han copiado sus estrategias -Isidro, Alicia, Cherines-... ¡qué sueño! Entonces sí que estaríamos en el camino de conseguir de una vez por todas el final del régimen socialista asturiano... ¿Demasiado bueno para desearlo?...

Cartas

Número de cartas: 45079

Número de cartas en Abril: 95

Tribunas

Número de tribunas: 2033

Número de tribunas en Abril: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador