El sueño del nuevo HUCA

Desde hace semanas leemos cartas, noticias y protestas relacionadas con el fenómeno nuevo HUCA. Me formé y trabajé en el viejo hospital; conozco a muchas de las personas que, día a día, sufren las consecuencias del traslado. Me uno a su rabia, sacrificio, esfuerzo y entrega. Es una de las pruebas más duras que la profesión les ha puesto y me gustaría no verles persistentemente desilusionados, estresados, agobiados y preocupados por la seguridad y mantenimiento asistencial de los pacientes. Pero más allá de las paredes y ladrillos, ascensores y robots, accesos urbanos y aparcamientos, quiero exponer mi visión (y esperanza) del nuevo HUCA.

El traslado no se ha limitado a transferir elementos de un sitio a otro. No ha sido una simple mudanza, sino una transformación. Este cambio no se queda anclado en Oviedo, en el área sanitaria IV, en la Cadellada. Es un reciclaje en toda la región, y del que hago una lectura positiva. La Sanidad asturiana vive un giro (¿positivo?) gracias a este evento y todos, repito, todos, hemos participado. Así que, además de ensalzar el esfuerzo y entrega de los compañeros que siguen remando contra corriente en el nuevo edificio, quiero agradecer, destacar y reforzar el trabajo que cada uno de vosotros (sí, vosotros, los que leéis esto) ha realizado.

Gracias a los médicos de atención primaria. Mucho antes de la mudanza de camas, aparatos y enfermos, empezasteis a recibir pacientes derivados de la atención especializada. Eran sumados a vuestras agendas porque había que darlos de alta. Los acogisteis en vuestras consultas sin rechistar, sin aumentar los recursos humanos, sin tal vez entender por qué algunas patologías eran ahora de vuestra competencia. Enhorabuena; sois el nuevo HUCA.

Gracias a todos los profesionales sanitarios que trabajan en el resto de hospitales asturianos. Por un lado, recibisteis pacientes de muchas especialidades que había que derivar para reducir los ingresos antes del traslado. Patologías antes atendidas en el hospital central fueron enviadas a comarcales. Allí se trató a todos y cada uno de los casos con la profesionalidad, cariño y entrega que se merecían. El trabajo diario, ya de por sí sobrecargado, fue engordando con el paso de los días. A los ingresos cotidianos desde las propias urgencias se sumaron estos traslados. Si no había medios tan específicos como en el central, los conseguisteis. Y por otro lado, os quedasteis sin centro de referencia; casos que antes teníais que derivar a un centro de referencia quedaron sin referencia. He visto la ayuda de cada uno de vosotros para que todo fluyera lo mejor posible. Por encima de la profesión (médico, enfermera, auxiliar, celador...), especialidad (medicina interna, cirugía, trauma, cardio, neuro, digestivo, endocrino, neumo, psiquiatría, nefro, urología y muchas otras) e incluso por encima del turno de trabajo, todos vosotros tuvisteis muy claro qué y cómo había que hacer: ayudar. Vuestro espíritu de esfuerzo y entrega permitió arrimar el hombro, y hacerlo con ilusión. Habéis cumplido con ser referencia; el sistema no se cae. Porque, también vosotros, sois el nuevo HUCA. Enhorabuena

Gracias a todos los pacientes, acompañantes y familiares que habéis necesitado atención en estas fechas. Bien fuera en Oviedo o en cualquiera de los otros muchos puntos de asistencia de la región, os visteis amenazados por las posibles mermas en la asistencia, derivaciones, demoras y demás conflictos. Esto ha sido un punto fundamental para el cambio. Vosotros fuisteis, sois y seréis siempre nuestro estímulo para trabajar. Creo que no basta con agradecer vuestra actitud. Me quiero disculpar por cada uno de los muchos errores que hayamos podido tener. Además, os felicito por lo que percibo que habéis aprendido de esto. He visto una creciente implicación de los individuos en su propia salud. Ante la incertidumbre y la amenaza de si esto funcionará, os estáis responsabilizando de vuestros problemas o enfermedades. La necesidad de llevar vuestro caso o expediente a otro centro os ha forzado a conoceros más. Me intentáis explicar el diagnóstico, lo que os han hecho, y hasta lo que necesitáis para mejorar. Ya no es el estará en la historia que me contábais hace meses porque la historia peligra bajo la amenaza del Millenium. Gracias por vuestra participación, interés e implicación.

Más que nadie, todos y cada uno de vosotros, sois el nuevo HUCA. Enhorabuena, por hacer que este sueño se esté haciendo realidad.

Amelia Carro Hevia, cardióloga. Instituto Corvilud. La Fresneda (Siero)