Madreñazos
Lo que pasa en nuestra bellísima Asturias, no pasa en ningún lugar del mundo. La historia actual nos demuestra que lo sucedido en los últimos años en nuestra bonita región pudo tener soluciones, pero no se tomaron por dejadez o por falta de interés.
En 1983 cae sobre nuestra espalda la reconversión industrial, a lo mejor necesaria, pero no tan drástica. En Asturias se perdieron miles y miles de puestos de trabajo. 1984, reconversión naval en Asturias, más de lo mismo, se perdieron según las cifras unos 45.000 puestos de trabajo, directa o indirectamente.
1988, reconversión de la minería asturiana, se pierde un 40% de los puestos de trabajo, eso sí es cierto, nos dan el llamado Plan del Carbón, unos fondos mineros que se deberían haber utilizado para generar nuevas formas tecnológicas, fomentar la creación de empresas y ayudar a los jóvenes emprendedores de Asturias y así potenciar nuestra región. Los fondos mineros se utilizaron para despilfarrarlos y para hacer museos y más museos, hoy la mayoría cerrados, que, la verdad, no merece la pena gastar más dinero de los contribuyentes en mantenerlos.
Entre 2007 y 2012 llega la reconversión pesquera, que en Asturias crea un nuevo caos social, perdiendo casi un 21% de nuestra flota, lo que supone muchos miles de puestos de trabajo perdidos. ¿A qué se dedican nuestros queridos políticos? En los últimos 20 años, en nuestra región se han perdido miles y miles de puestos de trabajo y nuestros jóvenes se tienen que marchar.
Ahora, desde el País Vasco nos quieren quitar la denominación de origen de la sidra. De pena, al final nos quitarán el nombre, la forma de escanciarla, nos quitarán las manzanas, y cómo no, la bellísima forma de la inconfundible botella de sidra, y los políticos, jugando al tú la llevas.
Ya sólo nos quedará la madreña, cosa nuestra también, con su forma, sus adornos, sus partes con sus nombres peculiares, como el pico, el papo, la capilla, la boca y el flequillo. Creo sinceramente que deberíamos darles algún madreñazo en sus posaderas a estos señores que no miran por esta Asturias ni por las gentes que la habitan.
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