Luto y dolor en Aller
Los ha ocasionado la trágica muerte de un hombre de 87 años, vecino de Caborana, persona muy querida y estimada en el lugar. Un hombre de bien, minero que fue en la empresa del empresario del marqués de Comillas y después de la entidad leonesa. Prudencio Díaz se llamaba nuestro hombre, un gran paisano de nuestro medio rural en el que tenía unas fincas en las inmediaciones de la típica aldeína de Sinariego. Y allí desapareció el miércoles 14 de octubre, con la consabida angustia de su familia, compuesta por esposa y tres hijos, compartida por todo el pueblo de Caborana. Esta situación se prolongó hasta el sábado 19, que fue hallado el cuepro de Prudencio, cerca de Sinariego y en un lugar de difícil localización. No es cometido nuestro ni intención informar sobre los hechos que, además, han sido cumplida y detalladamente publicados aquí, en LA NUEVA ESPAÑA, por sus informadores locales. Nuestra intención no es otra que recoger y traer a este periódico el luto y el dolor que hacen suyos las buenas gentes de Aller y, muy especialmente, todo el pueblo de Caborana, por la trágica muerte de tan buen convecino como lo era Prudencio Díaz Santervás.
Que, desde estas columnas, trasladamos a la estimada familia de Prudencio, a su esposa, hijos y demás familia. Sí, Caborana comparte y hace suyo esos luto y dolor, entre otras razones porque ha sido siempre un pueblo unido y solidario, una gran familia trabajadora y minera, con una historia de dos crónicas muy distintas: honradez, trabajo y sacrificio; y la otra, grisú, silicosis, trabajo de sol a sol, después de aquella guerra fratricida por un salario de miseria y la tripa vacía, porque el hambre y la cartilla de racionamiento estaban a la orden del día. Obligado se nos hace recordar que en tan calamitosos tiempos los mineros alleranos jugaron un importantísimo papel, sacrificadamente, en el resurgimiento de la destrozada economía del país.
Y Prudencio Díaz Santervás fue uno de ellos. Y uno más, al aire y socaire de la ejemplaridad, en esa historia de la minería asturiana, allerana y de Caborana. Descanse en paz nuestro convecino Prudencio, y para toda su estimada familia, nuestro más sentido pésame y a recordar todos a Prudencio como lo que era: un gran paisano de nuestro medio rural, que aquí venimos reivindicando, y un hombre de bien.
Ricardo Luis Arias
Aller
Ricardo Luis Arias
Aller
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo