Carta a don Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda

Ustedes, los que nos están gobernando, con ayuda de otros partidos, piensan que somos tontos e igual tienen razón. Me explico.

Recientemente, el Gobierno del que usted forma parte ha activado un plan de subida de impuestos y tasas con el fin, según ustedes, de equilibrar el déficit público comprometido con "Bruselas" y mejorar la salud de los españoles/as.

Suben las bases de cotización a los "más ricos", eliminan beneficios fiscales a las grandes empresas, y a los "más pobres" les elevan las bases mínimas: la mayoría de autónomos y a la gente que gana sueldos de miseria. Para el alcohol y el tabaco suben el impuesto ya vigente, y para las bebidas azucaradas establecen uno nuevo.

Su compañera de Gabinete, doña Fátima Báñez, ha dicho, y no se le ha caído la cara de vergüenza, que no hay una subida de impuestos, que solamente se pide solidaridad y un esfuerzo a las grandes empresas: cuidado con éstas, que, como no les salgan los números, reducen el empleo o se "deslocalizan" y se van a otro país. La subida de las bases de cotización a los autónomos y a los sueldos bajos no es para pedir un esfuerzo: es para machacarlos más, igual que están haciendo con la "clase media" y los pensionistas.

La subida de los impuestos sobre el alcohol y el tabaco también tiene su aquello. Dicen que es para mejorar la salud de los consumidores, y yo no lo veo tan claro.

Para el tabaco no hay mucho que decir: es nocivo. Ustedes suben un porcentaje el impuesto y las tabaqueras van a redondear, hacia arriba, claro, el precio de venta. No hay ninguna prohibición en función de la edad ni más aspectos, solamente se delimitan lugares. El que tenga dinero fumará y ya está.

Para el alcohol, ya hay aspectos más enrevesados: sólo se penalizan las bebidas de "alta graduación". ¿Cuánta? ¿El vino y la cerveza no? ¿ Y la sidra y el vermú?

Señores del Gobierno, el alcohol etílico está presente en todas las bebidas alcohólicas en mayor o menor grado y sólo se trata de beber más o menos cantidad, unas copas o unas botellas, para alcanzar el mismo efecto: la borrachera o, en el peor de los casos, como ya está ocurriendo, llegar al coma etílico.

La permisividad con los "botellones" y la facilidad para adquirir bebidas alcohólicas por los menores no se combaten con impuestos, sino con educación, vigilancia y castigo ejemplar a quien incumpla las normativas.

La "recoña" llega con la nueva tasa a las bebidas azucaradas. Toda bebida, toda, en forma de zumo de frutas contiene azúcares naturales: ¿las van a penalizar? ¿Qué son para ustedes bebidas azucaradas? ¿Son las que tienen azúcares añadidos? ¿En qué porcentaje empiezan a ser azucaradas para ustedes? ¿Qué azúcares van a controlar: sacarosa, fructosa, etcétera? Por favor, hagan ya una clasificación de las mismas y sus porcentajes, y digan cuándo y cómo se les va a aplicar la nueva tasa.

Todos sabemos que van a ir a lo fácil, a aplicar el impuesto a las marcas más consumidas y más fáciles de controlar, pero, cuidado, porque se pueden llevar la fabricación de sus productos o ampliaciones previstas aquí en España a otros países, como ya ha ocurrido en otros lugares.

Hay marcas que anuncian sus productos "sin". ¿Será más barato un "cubata" con una cola-sin que con una cola-con? Ningún problema para los bares. Ya lo arreglarán cobrando todos igual, los "con" y los "sin" azúcar.

Si el problema está en el consumo de azúcares, ¿van a penalizar también el azúcar molido o en terrones en las tiendas y los supermercados? ¿Y las gominolas, las "chuches", los helados, el chocolate, los pasteles, los caramelos, la bollería (que, además, suele contener grasas tan dañinas o más que el azúcar), el dulce de manzana y otras frutas, la miel, las mermeladas, los dulces de Navidad, la leche condensada, etcétera? ¿El café será más caro tomarlo con azúcar que con sacarina? ¿Prohibirán los postres azucarados en los restaurantes o les doblarán el precio? No quiero dar ideas, pero todos estos productos contienen más azúcar que la mayoría de las bebidas "azucaradas" y están al alcance de niños y mayores sin problema alguno.

Son ustedes unos perfectos hipócritas amparándose en que el establecimiento de una tasa a las bebidas azucaradas se hace en beneficio de nuestra salud. Con esta sola medida no se soluciona el problema de la obesidad. Hacen falta educación y vigilancia en los hogares por parte de los padres y en los colegios, y campañas de información por parte de los responsables de Sanidad en los medios de comunicación. De una bebida "no azucarada", comprada sin tasa, se puede hacer una "bomba azucarada" añadiéndole todo el azúcar que queramos.

Hay azúcares que son incluso saludables tomándolos en la forma, dosis y tiempo adecuados, ya que son una fuente de energía para el organismo. Todo depende de la cantidad que se consuma.

Si se trata de recaudar más dinero para las arcas del Estado, podrían haber aprovechado el sábado, día 3, en el partido celebrado en el Camp Nou entre el FC Barcelona y el Real Madrid, para obtenerlo allí, haciendo una "redada" en una de las mayores concentraciones de presuntos defraudadores a la Hacienda pública que pueda verse: algunos jugadores de los dos equipos con litigios pendientes de fallo judicial en temas relacionados con impuestos impagados o mal abonados, y otros que están siendo investigados por fraude fiscal.

Si ustedes quieren, de verdad, recaudar más dinero, persigan el cuantioso fraude fiscal existente y no harían falta estas regulaciones impositivas indiscriminadas que pagamos todos y que hacen más daño a los que menos tienen. Recuperen el dinero que se ha estado robando a manos llenas durante años, mantengan a los ladrones culpables en las cárceles sin que puedan acogerse a beneficios y permisos penitenciarios hasta que lo devuelvan y olvídense de más amnistías fiscales.

Son tiempos nuevos para la forma de gobernar, sin mayorías absolutas, y debe aprovecharse para establecer entre todos unas leyes y normativas justas y que pague más el que más tenga.