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TOP, todos odiamos perder

1 de Febrero del 2017 - Susana Pérez-Alonso

Yo no suelo hacerlo: a lo sumo empato o lo intento. La sentencia del Tribunal Constitucional que consagra el deber de fidelidad a los partidos políticos la he ganado yo y no esas formaciones que a día de hoy se muestran entusiasmadas ante tal precedente. Ellos aún no lo saben, pero he ganado yo.

Portada genial de "La Codorniz" fue aquel Bombín es a bombón lo que cojín es x...

Eran tiempos de censura y el ingenio se agudizaba al máximo. Hoy en una, presunta, democracia me temo que nos veremos obligados a lo mismo. Durante once años he mantenido la firmeza en mi defensa de la libertad de expresión, siempre, en todo lugar y momento. El custodio y garante de ese derecho, el TCE, opina que no tengo razón. Yo opino que el TC se ha confundido. Opino que esta sentencia terminará pasando factura no sólo a los que hoy se alegran, serán víctimas hasta los socios de un club de fútbol, de cualquier asociación, que se manifiesten en contra de su club.

Un partido político se funda para defender derechos de la ciudadanía, para defender sus intereses, por tanto no es ser fiel a ese principio guardar silencio ante determinadas actuaciones. Según esa sentencia, debo elegir entre escribir crónicas políticas o novelas. Al menos debo autocensurarme y puedo poner a parir a cualquier formación a la que no pertenezca. Nada te turbe, La vida es corta pero ancha, Melania Jacoby… jamás podrían ni pueden publicarse si a alguien no le gusta en el PSOE (en este caso). Por supuesto no puedo volver a trabajar en radio, televisión ni medio de comunicación alguno a no ser que cada vez que intervenga diga: no puedo hablar mal del PSOE, lo siento, da igual lo que piense, pero dice el TC que si estoy afiliada no puedo hacerlo… Tengo que guardar silencio ante los planes de urbanismo que yo he denominado atracos a mano planeada; sobre los ERES, "Mareas" y escándalos varios. No sea que alguien se moleste y considere que eso es deslealtad y me sancionen. He tenido que soportar que el PSOE diga cosas como ésta en sus respuestas a mis demandas ante los tribunales:

Que busco una indemnización o retribución económica ¿? Tal cosa extravagante afirma el PSOE: “… por lo que el objeto de este proceso de amparo sólo busca una vía para luego proceder interesadamente a reclamar una indemnización económica a nuestro patrocinado…”.

Afirma el PSOE que pongo en duda las aptitudes sexuales de los miembros de la FSA. La primera vez que leí tal cosa no podía dar crédito, pero escrito está: “… con las tan mentadas frases se menosprecia de forma indudable… la honorabilidad, la honradez… y hasta las aptitudes sexuales de los compañeros del partido a que alude…”. Una y otra vez repitió esto el PSOE. Se refiere a la ya famosa frase “… los pantalones marcan a lo que después se demuestra no tener…”. Que aquí y en cualquier parte de este país es falta de valor, o lo que es lo mismo, falta de la x del cojín. Frase que se refería al valor político de todos los partidos, concretamente al PP y al PSOE, pero el PSOE mantiene durante 11 años que dudo de la capacidad sexual de no se sabe quién… ¿En la FSA, que son al parecer los aludidos, no hay mujeres? Tal parece que no. Si yo hubiese sido un hombre, ¿habrían usado los mismos términos? ¿Cómo puedo saber yo de tales capacidades si no soy terapeuta sexual o mujer de vida alegre (dicho en fino)? La obsesión por este tema demostrada en los escritos del PSOE no la comprendí jamás. Es freudiana…

No hace falta alargarse mucho en estos temas. Ningún periódico aclara si el despacho de abogados que ejercitó la defensa de los intereses del PSOE (es un decir) es propiedad, socio, de algún ciudadano con altas responsabilidades en temas de justicia. Yo lo desconozco, pero no estaría mal que los medios de comunicación nos lo aclarasen por cuestiones de claridad y transparencia que tanta falta hace en España. Terminar diciendo que yo sólo he apoyado públicamente y como SG de la FSA a Javier Fernández, a nadie más. Cuando pidió que me sacase una foto junto a él y otras personas de pretendida proyección social así lo hice. En el congreso que ganó la SG, yo fui la primera en hablar a los medios de comunicación. Yo creí firmemente en que Javier Fernández era un buen candidato y así lo defendí y no me arrepiento. A día de hoy, y en el enfrentamiento fratricida que se produce en el PSOE, soy yo la que pasa vergüenza ajena. No son ni mejores ni peores los señores de la gestora que los llamados renovadores. ¿Renovadores de qué? ¿Renovadores cuando les quitan un escaño o la razón? Esos que gritan hoy libertad de expresión, ¿no estaban entre los que aplaudieron los expedientes en Asturias? La respuesta es sí. Si hubiesen conservados escaños o puestos, estoy segura de que no gritarían tanto. ¿Luchan por el bien de España o cuál es el objetivo? Que esto iba a suceder es lo que denuncié en el año 2006 y es por lo que se me castiga, que no condena. No hay injuria, no hay calumnia, claro lo deja el TC que al mismo tiempo sentencia algo que me parece insólito: fidelidad. Ser fiel a mi pensamiento me ha costado unos aproximados 3.000 euros pagados al despacho de abogados del PSOE (en billetes de 5 y 10 euros metidos en bolsas). Ha merecido la pena: he puesto una pica en Flandes, a día de hoy formo parte de la Doctrina Jurisprudencial de España. Y soy culpable. De no haber guardado silencio ante lo que consideré injusto sin importarme las consecuencias, nunca lo he guardado. De admirar a Quevedo y despreciar a quienes lo encarcelaron. De no tener amo ni dogal. De tener miedo, mucho miedo, pero vencerlo. De navegar la vida como si fuese un mascarón de proa. De creer que la Justicia y la Ley han de ser justas. De creer en una justicia despolitizada. De tener pensamiento propio. De no haber cobrado jamás por las labores sociales que realizo. De haber plantado cara de frente a quien quiso manejarme. De saber y creer firmemente que falta de cojones es falta de valor y no impotencia. De saber que si hubiese sido un macho alfa y no una mujer, alfa por supuesto, jamás habrían usado determinados argumentos en las alegaciones del PSOE. De pensar y defender que nadie pueda ser candidato a nada en la política sin haber trabajado antes pagándose su Seguridad Social, de saber lo que es madrugar para poder pagar las facturas. De pensar que no se puede vivir eternamente de los cargos políticos. De pensar que es falaz decir que los políticos en este país ganan poco. De pensar que los políticos no tienen más derechos que yo. De pensar que si alguien se siente injuriado debería haberme llevado a los tribunales y demostrar tal cosa. De pensar que en política, mi fidelidad se la debo a España y a sus ciudadanos, a nadie más. Pese a pensar, al parecer, soy una adúltera política. Creo que es el primer caso de la historia. Pues sea, ya me estoy bordando la letra A. La portaré con orgullo tal que en la Letra escarlata. Yo no soy Galileo, así que no negaré ni una coma, ni un punto ni una palabra de la carta por la que se me castiga: se mueve, se movía y se movió.

TOP: todos odiamos perder, como he dicho yo posiblemente más que nadie, pero he ganado. Vendrá el día en que se den cuenta de la necedad que cometieron alegrándose ante tal sentencia.

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