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Minas de azabache de La Cotariella de Cabranes

16 de Mayo del 2017 - Agustín Hevia Ballina

Cuando tienes la oportunidad de manejar de primera mano documentación antigua, cual me acontece en relación al Archivo Catedralicio o al Histórico Diocesano, se te ofrece ocasión privilegiada de acceder a noticias que te resultan gratas para comunicarlas con otros, abriendo pautas para ulteriores investigaciones, que iluminen ámbitos no explorados.

Tal me ha sucedido, días pasados, explorando documentación que perteneció a la Casa de Hevia, de Villaviciosa, especialmente referida al chantre don Rodrigo de Hevia, fundador del mayorazgo, y a su continuador don Gutierre de Hevia, señor del coto de Poreño, documentación que, por una serie de avatares, está unidad a la de la parroquia de San Cucao o San Cucufate de Llanera, que ofrece hermosa noticia sobre el azabache.

Tradicionalmente, en nuestra comarca villaviciosina se considera la geografía del azabache casi coincidente con la Rasa de la Marina: San Salvador de Deva, Santa Eulalia de Cabueñes, Santa María de Arroes, San Clemente de Quintueles, San Fabián y San Sebastián de Quintes, San Juan de Castiello de la Marina, San Mamés de Arguero, San Félix de Oles, Santa Cecilia de Careñes, San Miguel de Tazones y San Martín del Mar. Una extensa franja territorial, de especiales características geológicas, en la que los azabacheros alternaban la extracción de este mineral con las labores del campo.

Los azabacheros que se dedicaron a la extracción del precioso azabache eran muy numerosos en las anteriores parroquias de la Rasa de les Mariñes. No pudieron pasar desapercibidos para el redactor del catastro del marqués de la Ensenada, que en la segunda mitad del siglo XVIII (1753) realizó, por orden de Carlos III, el renombrado marqués. Resultan muy interesantes las noticias que de él se obtienen sobre el azabache.

Subtítulo: Ampliando la geografía del azabache villaviciosino

En dos ocasiones dejé constancia en artículos que publiqué en el porfolio de fiestas de San Justo y de Santiago de les Vieyes que titulé "Azabacheros de la Marina, I: parroquias de Quintueles y de Careñes" (1997). Destacan en Quintueles dos familias, la de Jacinto Carbajal, que con su mujer y sus cinco hijos se dedican por entero a esta tarea, al igual que la de Felipe Buznego, aunque en el caso, este compartía su laboreo del azabache con trabajos del campo. En la parroquia de Careñes se enumeran hasta unas veinte familias que se dedican a la obtención del azabache, compartiendo con el trabajo en la agricultura. Tenía especial interés en la parroquia de San Clemente de Quintueles, puesto que en su Libro de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, que comienza en 1624, aparece una práctica muy ilustrativa para la historia del azabache en la comarca mariñera, ya que los cofrades contribuían al sostenimiento de la cofradía mediante la aportación del quiñón del azabache.

Volví a escribir sobre el tema en el portfolio de 1999, titulando el trabajo "Las Mariñas, una comarca azabachera. II: Azabacheros de Castiello y de Quintes", llegando a censar 25 familias en Castiello y 28 en Quintes, indicándose la edad del cabeza de familia por debajo de los 40 años y casi siempre azabacheros a tiempo compartido con el trabajo del campo. Tengo abundantes datos recogidos sobre las parroquias de San Pedro de Villaverde, San Félix de Oles y Santa María de Arroes pendientes de publicación.

Hay constancia de que las calidades del azabache de La Marina eran sobresalientes, dedicándose, en su mayor parte, a la exportación en bruto, sobre todo a Santiago de Compostela, donde era trasformado en rosarios, collares, prendedores, abalorios, veneras, aretes y pendientes, cruces, corazones, manecitas, medallones y efigies del Apóstol, bien en su iconografía de peregrino o cabalgando en la batalla de Clavijo.

Hoy, después de un manejo cuidadoso de la documentación de la Casa de Hevia, me permito extender la geografía tradicional de la obtención del azabache, que aparece bien documentado también en el concejo de Cabranes. Ya don Lope José Bernardo Miranda y Quirós, párroco de Santo Tomás de Coro, refiere a Martínez Marina para su diccionario: (Cabranes) "tiene algunos minerales de cobre, azabache, cinabrio, almazarrón y abundantes minas de carbón de piedra, especialmente en Viñón y Torazo, que no se benefician". A las minas de Torazo, que se describen como situadas en La Cotariella y que se precisa que son de azabache, se refiere el documento de "querella y pedimento" del señor de la Casa de Hevia, don Diego de Hevia, contra Álvaro Friera, según transcribo a continuación:

"En el lugar de Fresno, del concejo de Cabranes, a trece días del mes de octubre de mil y quinientos y ochenta y cuatro años, ante el señor Alonso Moñiz de Torazo, juez ordinario en el dicho concejo por Su Majestad y ante mí escribano y testigos, pareció presente el señor don Diego de Hevia, mayorazgo, señor del coto de Poreño y dijo que, siendo como son suyas las minas de azabache del monte y término de La Cotariella, sitas en términos de Fresno de este concejo y teniendo como tenía en dichas minas muchos oficiales de la dicha azabache, como en cosa suya propia y aneja a su mayorazgo, parece que un Álvaro Friera, vecino del coto de Camás, siendo como es hombre escandaloso y alborotador, que lo tiene por tal uso y costumbre en las partes y juntas a donde hay gente, ahora de presente en este término de Fresno, yendo Alonso Suárez y Alonso García a trabajar y otros oficiales de dicha obra, que iban a cavar en las dichas minas y heredad, por mandato del dicho señor Diego de Hevia, como lo tiene de costumbre el dicho Álvaro de Friera, comenzara a trabar palabras con dichos oficiales y a decirles que no fueran a trabajar en dichas minas, que eran suyas, queriendo hacerse dueño y señor de lo que no es suyo, diciendo que el dicho señor don Diego de Hevia no había de llevar las dichas minas sin su licencia, en lo cual le injuriaba e injurió atrozmente por las causas que tiene dichas y más que pretexta decir y para se haber de querellar del susodicho adonde convenga dijo que pedía al dicho juez de ello reciba información y, habida, se lo mande originalmente. Tal pidió de justicia".

Hermoso y elocuente texto acerca de un detalle más que amplía la geografía del azabache villaviciosino a otros lugares aledaños.

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