Yverdon-Les-Bains y Morat/Murten, en Suiza
La pequeña población balnearia de Yverdon-les-Bains está situada al sur del lago de Neuchâtel. Tiene manantiales de agua caliente y sulfurada, que ya utilizaban los romanos. En la actualidad es una ciudad de unos veinticinco mil habitantes que, además del turismo termal y ser la cabecera de la región, tiene una consolidada actividad industrial especializada en electrónica, microprocesos y prótesis dentales.
Entre sus ciudadanos célebres cabe destacar a Johann Heinrich Pestalozzi, que desarrolló y consolidó en Yverdon su programa pedagógico, precursor de la educación escolar. Aunque había nacido en Zurich, en 1805 funda Pestalozzi, en el castillo de la ciudad de Yverdon, una escuela-modelo con su sistema educativo basado en la observación, el estímulo sensorial y la práctica adecuada al carácter de cada niño. El castillo había sido construido en el siglo XIII por Pedro II de Saboya y ahora es el museo, con una sala dedicada precisamente a la vida y obra del citado pedagogo, además de otras dependencias con objetos históricos.
Frente a esta construcción, en otros lados de la plaza central hay dos edificios notables del siglo XVIII, que son el Hôtel de Ville y la Colegiata. En otro lugar céntrico destaca, como curiosidad, la Maison d’Ailleurs: un museo y archivo de documentación de referencia sobre los mundos imaginarios, con libros y documentos, desde las obras clásicas de Tomás Moro o Julio Verne, hasta las actuales de ciencia ficción. El Centre Thermal, muy modernizado, es uno de los balnearios mejores de Suiza y junto a los paseos en la orilla del lago y la tranquilidad de la pequeña y floreada ciudad hacen de Yverdon un lugar idóneo para la fisioterapia y el relax.
El lago de Morat –o Murten, en alemán– está muy cerca y unido por un canal al de Neuchâtel. En su orilla de Levante se sitúa el pueblo amurallado de estructura medieval que lleva su mismo nombre. Tiene cinco mil habitantes y es un lugar turístico, por la belleza de la villa, con sus plazas, calles y casas del siglo XVI, el molino y el castillo, y también por los deportes acuáticos que se pueden desarrollar en el lago. Desde el contorno de la muralla, que se puede pasear entre las almenas, hay unas perspectivas bonitas de la villa, el lago y los montes del horizonte. Es en éste el lugar donde, en 1476, los soldados suizos derrotaron al ejército mucho más numeroso del duque de Borgoña, en una batalla muy decisiva para la construcción de la Confederación Helvética.
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