Hablemos claro de Cataluña

Ya toca resumir y analizar. Esto se veía venir hace ya bastante tiempo. Y PP y PSOE, en este tema, no tienen un pase. Es verdad que la responsabilidad de ambos no es la misma. Gobierna el PP -y más si hay crisis económica-, crecen los separatistas. Pasan de un 20% a un 47%. Pero Pascual Maragall y Montilla -ambos de ese conflictivo y corrosivo PSC- no están exentos de responsabilidad. La puntilla -para regocijo de los separatistas- la puso el PP con su recurso ante el Constitucional contra el Estatuto de Autonomía -votado por los catalanes-, impugnando una serie de apartados que luego se le reconocieron a otras comunidades autónomas. Y eso lo hay que dejar "bien claro".

Y todo fue por la perversa y enfermiza relación entre PSOE y PP de oponerse a todo lo que el enemigo -y no adversario político- proponga, aunque esto sea "en beneficio del tan cacareado ciudadano". Puñetera mentira. Priman los intereses de partido por encima de lo de los ciudadanos. Dan asco.

Pero la realidad es que ahora estamos en una situación que desborda a PP y PSOE, al punto que hasta se han puesto de acuerdo y van juntos...¡ya era hora que se pusieran de acuerdo en algo! No se consiguió ni cuando el PSOE pedía ayuda para no ser intervenido el Estado español -como lo fue Gracia-, y nuestra prima de riesgo estaba desbocada (¿verdad Montoro? tu lo ibas a arreglar cuando gobernases).

Pero la realidad actual es gravísima. Para España y para Europa. Si esa independencia triunfara, el problema de Europa sería colosal. Ya es difícil de gobernar con la gran cantidad de países que la componen como para entrar en una desfragmentación generalizada. Francia, Italia... tienen problemas -por ahora menores- con los separatistas de algunas de sus regiones. Hoy son problemas menores por falta de expectativas, pero si lo de Cataluña saliera adelante, el panorama cambiaría sustancialmente. El Brexit sería juego de niños comparado con lo que se nos viene encima..

Pero voy al grano (me centraré en la situación actual y sus consecuencias). Quiero pensar ya en el 2-octubre. Quiero que -y espero que nos se desmadre la situación- se exijan responsabilidades. Quiero que lo mismo que se ha condenado por apología del terrorismo a personas que sin mostrar ninguna intención de participar en esa asquerosa actividad pero sí simpatía, se condene a los agitadores en favor de incumplir la Constitución. Las consecuencias de sus proclamas pueden tener resultados más devastadores que el propio y asqueroso terrorismo. Incitan a las masas a incumplir la Carta Magna en un punto cuyas consecuencias pueden ser devastadoras a todos los niveles: de seguridad de las personas, de ruptura de la convivencia, de holocausto económico, de humillación de gran parte de los españoles, incluidos los catalanes, de división de la sociedad incluso a niveles familiares, de ruptura del Estado de Derecho... de "caos a todos los niveles". Las consecuencias -irreversibles- pueden ser caóticas.

No se pueden ir de rositas los responsables manipuladores. Sería una burla para los españoles y una tentación para otros extremistas de este país todavía llamado España. Sería grosero y asqueroso. No se puede permitir esa sensación de impunidad.

Sigo sin entender esa lentitud de la justicia -¡la de artículos que podría escribir sobre el pésimo funcionamiento de la justicia oportunista, ventajista, prevaricadora, de este país!-, que no ha sido capaz -o no ha querido- juzgar aún a la "familia Pujol". Es increíble. Y todos los políticos calladitos (por si tienen que ser juzgados, no conviene enfadarlos). Me sigue extrañando que sólo el juez Estevill esté condenado por cohecho y prevaricación (lo de los jueces Elpidio y Garzón -está clarísimo- han sido temas asquerosamente políticos, para vergüenza nacional, así como otros casos).

Esa connivencia con lo que se nos ha venido encima a todos con el tema catalán, sólo se explica por el miedo de algunos políticos a que los que están por la independencia -y antes no lo estaban- puedan hablar... ¡que hablen de una vez!

Ya está bien de tomar el pelo al pueblo llano, honrado y trabajador español. No tengo duda que si hubiese -Dios no lo quiera- una revolución en este país los poderes, políticos, judiciales y económicos, no lo iban a pasar muy bien.

Tardamos mucho más en salir de la crisis económica mundial que otros países simplemente por una razón: tenemos mucha más corrupción. No sólo fue la burbuja -que también- de la construcción. Por cierto, Chema Aznar -Bush le llamaba Ansar, búsquese el significado de Ansar- está muy calladito. La lástima es que este país un día le dejara hablar y gobernar. A pesar de su oposición a votar favorablemente la Constitución (Aznar, ¿hacemos balance de los invitados a la boda de tu hijísima? ¡Para haber metido allí a los Geos!, la Gürtel sería menor... y otro casos). Esto solo pasa en España.

Acabo como empecé. A partir del 2 de octubre habrá que exigir responsabilidades a políticos, jueces, fiscales, empresarios, banqueros, Iglesia, medios de comunicación subvencionadísimos... No solo fue cuestión de torpeza e incapacidad e inutilidad. Aquí ha habido muchos "perversos intereses", manipulación, ilegalidades y corrupción.