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Separatistas irredentos

8 de Diciembre del 2017 - José Ángel Miyares Valle (POLA DE SIERO)

Estoy totalmente de acuerdo con la calificación de la jueza Sra. Lamela de mafia sedictiva, considero que hubo también una rebelión callejera que no entiendo por qué se cayó de los delitos acusatorios. Tengo la sensación de que todo se va negociar para que se callen durante algún tiempo porque los separatistas no van a desaparecer.

¿Quién les va inyectar 9.500 millones de euros para que sigan viviendo en la comunidad y odiando a España, amén del inmenso daño económico causado?, y tengan en cuenta que si hacen la promesa de mentirijillas de que acatan el artículo 155 aunque no lo compartan, saldrán todos de las cárceles para hacer propaganda y campaña de su partido para las elecciones. Estamos ahora peor que antes, porque van a salir reforzados por la debilidad política mostrada por el Estado español. Ante el público y la sociedad, dirá el Gobierno que es una forma de manifestar su buena voluntad de diálogo, tender la mano otra vez, y bondad, cosa que yo nunca entenderé, lo veo venir.

Al Gobierno lo incomodaba el fiscal general ya finado y ahora acaba de nombrar a uno a la medida de sus intereses políticos, sin contar ni con el PSOE ni con Ciudadanos. Veo que va terminar todo en poco más que un opereta circense, dando la sensación de que aplicamos la ley con independencia jurídica; pero va a ser un coladero de amnistías negociadas y encubiertas a la espera de que se rediman los golpistas.

Éstos dirán que ya están en el buen camino hasta después de las elecciones; y como van a tener mayoría con la indecisa y titubeante Ada Colau, Cataluña va seguir dando mucha guerra, hasta lograr sus pretensiones con un millón de furibundos separatistas amamantados en el odio a España por dejadez de los gobiernos centrales de la democracia, frente a seis millones de sufridos y acostumbrados pacientes a callar para poder vivir sin hostigamiento crónico y poco motivados a rebelarse contra la tiranía de unos pocos frente a unos muchos.

Quedan dos caminos para solucionar el problema: uno construccional, es el estado de excepción con coerción de las fuerzas armadas por un tiempo largo, dedicando mucha cordialidad con el pueblo y enseñanza de contrarresto de la ideologización de tres décadas atrás, cosa que Europa no dejaría. Este camino es el que está dentro de la Constitución española, pero parece que ya no cuenta por la intromisión de Bruselas, que se asemeja mucho al perro del hortelano. Y otro, anticonstitucional, es dejarlos marcharse con gran coste para España, pues tienen un deuda contraída de unos 70.000 millones con el Estado español que nunca pagarían, pues si fueron capaces de doblar el brazo de la ley, menos van a estar dispuestos a pagar esta deuda, que sería pagada por el resto de los españoles a escote pericote.

Este hecho traería una cascada de independencias, pues el País Vasco y Navarra, con sus cupos de autonomías mal concedidos por la Constitución de 1978, privilegiadas, tan sólo tienen que abrir la boca para marcharse en cuanto se los quieran quitar. Cataluña no marcharía sola, sino que se iría muy probablemente con Valencia y Baleares, muy mal llamados por ellos países catalanes

Puedo concluir que Bruselas no debería dar cobijo un golpista con su séquito como Gobierno en el exilio al modo Tarradellas y permitirle que haga allí la campaña del independentismo. ¿Se imaginan esta situación en algún Estado de los EE UU o de la Unión Soviética? Y aquí hablamos de la capital de la Europa unida: es una situación de deslealtad a la Unión Europea, a España como socio, poner en duda nuestra instituciones y políticas democráticas... y lo más curioso es que ningún partido habla de ello, somos un país acomplejado. Por lo que veo y puedo observar, Europa, como unión, tiene los días contados por falta de políticas sociales, desaparición de la clase media; están aumentado los populismos, que son la tumba de la unión, proyecto de fronteras y barrotes a la globalización de los “lobbies”.

¡Ojalá me haya equivocado en mis apreciaciones y tenga que rectificar mis consideraciones personales¡ ¡Dios lo quiera!

José Ángel Miyares Valle

Pola de Siero

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