ARREBAÑADO. ARREBAÑABLE
Por qué nos dejamos imponer la interminable cadena de disparates de una minoría que nos gobierna. Disparates que necesitan el mínimo, el más elemental razonamiento para ser identificados como tales. ¿Por qué?
Causa: El rebaño.
En este aspecto, el ser humano no es diferente a las ovejas o los estorninos. Las sociedades, los rebaños, buscan protección en la masificación de los individuos. Si estás rodeado de muchos, el que quiera joderte tendrá que joder a muchos antes de llegar a ti. De ahí que el individuo no piense. Simplemente, dominado por su instinto de supervivencia, busca el centro de la manada, bandada, lo que sea.
El rebaño no piensa, porque los individuos dejan de pensar, si es que alguna vez lo hicieron, en el momento en que en él se integran.
La condición sociable del hombre, en un principio favorable a su evolución, ha sido usada por los vivos de la especie para, mediante el conveniente adoctrinamiento, convertir en "aborregable" esa condición sociable y, a costa de los aborregados, darse una vida padre.
De ahí que, sin la mínima esperanza, proponga que la RAE incorpore a la palabra "arrebañado" la acepción de sustantivo y la signifique como: inclinación innata, e inconsciente, de la mayoría de seres humanos a sentir y, lógicamente, conducirse, como integrantes del rebaño. Y la aceptación del vocablo "arrebañable" como: ser humano que, sin serlo congénitamente, sea, en algún momento, susceptible de convertirse en arrebañado.
Quizá este reconocimiento despertara un tanto la conciencia individual y permitiera mitigar, lamentablemente mucho menos de lo necesario, la nefasta consecuencia de, dada la condición arrebañada de la mayoría, ser sometidos a la constante manipulación del pastor, o político, que para el caso que nos ocupa es lo mismo, de turno.
Este despertar al que aludo, es prácticamente imposible en el permanente estado comatoso en que los pastores, los políticos, mantienen los rebaños, sociedades, actuales.
Mientras la sociedad carece de información para aprender a superar su condición de rebaño, las formaciones políticas tienen a su disposición nada menos que los discursos del más grande de los políticos que ha dado la humanidad: Jesús de Nazaret.
Un genio, Jesús. Dijo: "Yo soy el pastor. En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas; si uno entra por mí, estará a salvo, entrará y saldrá y encontrará pasto. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor."
"La oveja simboliza la dependencia, la inocencia, lo inofensivo, etc.
Cristo quiere un pueblo con el carácter de ovejas: mansas, humildes y obedientes a él, el cual es el Pástor."
Para que sus ovejas no se descarriaran, no osaran abandonar el rebaño, su rebaño, les prometió vida eterna, y les entregó el código al que debían someterse si no querían de pronto encontrarse, en esta vida, pastando en un prau sin yerba, y, en la de después, algo mucho peor, ¡y para toda la eternidad!
Antes de entregarles las tablas de la ley, les dejó claro que, aunque le vieran como uno de ellos, ...l, en realidad era Dios y, claro está, podía hacer acto de presencia en la forma más conveniente para que todos se enteraran de su mensaje como es debido.
Sentenciado este punto va con los mandamientos. El primero.- Amarás a Dios (o sea, a ...l) sobre todas las cosas.
Hay que tenerlos... Canicas los del caballo de Espartero comparados con los suyos. Ya con éste mandamiento, entiendo yo que todo lo demás sobraba, no dejan de ser obviedades: que no robes, que no mates, etc. como si el personal no supiera desde siempre lo impropio de estos actos.
La verdad es que me gustaría seguir y seguir escribiendo sobre este tema interminable, pero tengo que limitarme a una "carta al director" que, dada la experiencia, posiblemente ni sea publicada, al menos en la edición de papel. Por eso, de pronto solo me queda ánimo para añadir: Que lo pasen bien.
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