El juicio al Goni en USA: ¿injusticia y racismo?

Hoy 7 de abril se puede ver reproducida abundantemente la noticia de Sánchez de Losada de que el juicio en Estados Unidos en su contra aún no ha terminado.

Cuatro días antes, sin embargo, la determinación de un jurado en Florida de que este señor era responsable junto a su ministro de defensa Sánchez Berzaín de la represión y masacre de la denominada guerra del gas de 2003 (67 asesinatos y 400 heridos), fue menos noticiable y ha pasado casi desapercibido:

Es cierto que "solamente" es un juicio civil que no implica que sea devuelto a Bolivia para ser juzgado por sus crímenes. EEUU ha rechazado la extradición hasta ahora.

Y que en su caso, si la determinación del jurado no se tuerce por otros procedimientos, el que mandó matar no va a ser detenido, todavía. Únicamente tendría que poner un poco de sus muchísimos millones, muchos de los cuales según el Fiscal General de Bolivia, "se los llevó" robados cuando huyó a USA y abandonó la presidencia tras la masacre, y la sublevación popular. (su casa donde vive en Florida cuesta 1.4 millones).

Millones que le sirven también para pagar una muy cara agencia de abogados para defenderle, de la extradición, de los crímenes cometidos, y de la acusación y juicio civil en Fort Lauderdale, a 50 kilómetros de Miami, donde, bajo la presidencia del magistrado James I. Cohn, se ha celebrado el juicio desde el 5 de marzo pasado, y en el que hasta el momento ha sido declarado culpable, con gran satisfacción como era de esperar por parte de las víctimas , y con una valoración de excepcionalidad: es la vez primera que un ex presidente es juzgado en tierras gringas donde ha sido protegido, como tantos otros criminales.

Sin embargo, la maquinaria se mueve, de nuevo, del lado de la impunidad, y ya han salido reproches por el alto porcentaje de personas negras que componían el jurado (suponiéndoles que por ello serían más simpatizantes de las víctimas indígenas aymaras). Y se vuelven a lanzar dardos racistas contra el propio abogado aymara Rogelio Mayta, que ha apoyado a las víctimas desde hace 14 años y medio, pero que no ha sido el protagonista más directo en el juicio en EEUU, pero las intenciones van tratando de generar rechazos y justificaciones en el juez conservador que finalmente dictará la sentencia definitiva.

Claro, estamos juzgando a dos ex mandatarios, empresarios blancos, que han sido presidente y ministro de defensa de un país humilde como Bolivia, y cuyas víctimas son "simplemente " indias e indios.. El mensaje es simple pero cala, en un entorno en el que acaban de cumplirse los 50 años del asesinato del señor negro norteamericano "que tenía un sueño" que está pendiente de cumplirse.. y que la segregación racial contra la que luchaba y por lo que le asesinaron tiene muchas raíces sin arrancar en las sociedades, con un presidente que acaba de militarizar la frontera Sur, y donde los mensajes racistas se contraponen con los derechos civiles en las más altas instancias..

También en un Tribunal en la Florida: con mayores contradicciones todavía por desconocer u ocultar el enorme valor de las y los abogados gringos (en este caso todos muy blancos) que han llevado este juicio a favor de las víctimas durante 7 largos años, sin previsión de que nadie les fuera a abonar nada, por la simple y elemental razón de buscar Justicia en un lugar impensable, y en alianza fraterna con las señoras vestidas con polleras, con trenzas andinas, con mentalidad y cultura aymara, y con el mismo dolor de madres y padres a los que un asesino les arrancó sus hijos a metralla.

Por su parte, del abogado indio Rogelio Mayta las personas racistas y colonialistas debieran aprender en lo jurídico y en lo humano: no solamente logró en complicidad total con las asociaciones de familiares afectadas por la guerra del gas, y sin ningún apoyo sino más bien el desdén del gobierno, llevar a término en Sucre, capital formal de Bolivia, el juicio de responsabilidades que llevó a la cárcel en 2011 a ministros y militares responsables de las masacres de septiembre y octubre de 2003, sino que, ahora, en una humilde pero potente alianza con abogadas/os gringos, obtener una victoria supremamente moral en la determinación de culpabilidad del Goni y Berzaín por parte del jurado en Florida, que abre las puertas, sienta precedentes, y prepara mayores trabajos jurídicos universales contra la maldita Impunidad.

El alto de pie. Nunca de rodillas.

Jallalla, respetos, cariño y homenaje a quienes dieron su vida en Octubre del 2003.