Buendía y la arena de la playa
El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras del Gobierno de Areces, Francisco González Buendía, ha intentado minimizar el escándalo de la extracción de arena, que ha costado a los asturianos una buena cantidad de dinero y que, al parecer, no va a servir para nada. Ahora, dice que se van a gastar otros 500.000 euros en sacar del fondo marino un árido con el grano mas fino, el adecuado para rellenar la paya de S. Lorenzo. Con tanta gente en paro y con la extrema necesidad que hay en tantos hogares de esta tierra, esto clama al cielo.
Desde aquí, pedimos la dimisión de Buendía, no solamente por este desagradable y oneroso episodio, también por otros aún mas graves que ha estado gestionando a lo largo de sus años en el Gobierno regional.
El caso que nos ocupa tiene otras connotaciones de las que no se habla. ¿Quién autoriza las extracciones de arena en el fondo marino asturiano? ¿se ha hecho un estudio del impacto medioambiental y del perjuicio a las especies y a la pesca que suponen este tipo de actividades?. La verdad es que estas cosas preocupan muy poco a los que ostentan la responsabilidad de defender el ecologismo en Asturias.
No existe ningún control sobre como realizan extracciones y vertidos en nuestras aguas las empresas contratadas. Sin ir mas lejos, hace años tuvimos que llamar por teléfono a la propia Consejería para preguntarles si era de su conocimiento que la empresa encargada de limpiar de lodos parte del saneamiento de Gijón los estaba arrojando directamente a las aguas del puerto de El Musel. Esa misma empresa, Fomento de Construcciones y Contratas, es ahora la encargada de dragar una buena parte de la ría de avilés y está vertiendo toneladas de lodos, cargados de metales pesados y todo tipo de ponzoñosos residuos industriales, en aguas muy cercanas a nuestra costa, sin que el consejero Buendía tome cartas en el asunto.
Pero hay más, pese a que el aire que respiramos los asturianos es el mas contaminado de España y que, por eso, tenemos la mas alta tasa de mortalidad, Buendía ha sido el mayor defensor del proyecto de instalación de la macroincineradora de Serín, con una capacidad para quemar 450.000 toneladas de basura al año. Hasta la reputada organización ecologista Greenpeace se ha echado las manos a la cabeza. Cualquiera que se dé una vuelta por las inmediaciones de la desembocadura del río Aboño, otro ejemplo más, podrá comprobar, in situ, como bajan sus aguas, hirvientes y negras, sin que la Consejería haga absolutamente nada.
Si a todas estas fechorías añadimos que Buendía es el principal gestor de Sogepsa, con sus oscuros tejemanejes y expropiaciones a particulares que parecen robos, para que otros se hagan de oro, que todo lo que ha pasado con la faraónica obra de El Musel (que, por cierto, tiene mucho que ver con la ausencia de arena en S. Lorenzo) con robos, sobrecostes, etc, debería haber pasado por su lupa y que gran parte de las infraestructuras asturianas se encuentran paralizadas, sin que el Gobierno regional y el consejero que tiene esa responsabilidad pongan el grito en el cielo, tenemos sobradas razones para pedir a D. Francisco que se vaya a su casa.
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