Estudiar Medicina en Asturias: ¿Misión imposible?
Ser médico es cada vez más difícil y no sólo por lo más o menos complicado que pueda ser la carrera, sino por lo dificultoso que puede ser acceder a la Facultad de Medicina de Oviedo; el curso pasado estableció su nota de corte en un elevado 8,60. Da igual que tengas más o menos vocación. Es indiferente que quieras encaminar tu futuro profesional sin lugar a dudas por la ciencia médica. Nada importa. O sacas esa alta nota o te vas de Asturias, si te da la nota para entrar en otra Facultad, o a una privada, el que pueda pagarla, claro.
El pasado 4 de marzo, el ministro de Sanidad declaraba que para el año 2025 harán falta en España 25.000 médicos a pesar de las medidas puestas en marcha por el Gobierno central y CC AA. Así se desprende del «Estudio sobre necesidades de especialistas 2008-2025» presentado por el propio Ministro tras el consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud, convocado con carácter extraordinario para analizar estos datos y adoptar medidas, al que por cierto parece ser que no asistió el consejero de Sanidad de nuestro Gobierno.
En esas declaraciones, el señor Soria pidió como medida urgente a todas las autoridades del mundo de la educación y a su compañera de gabinete, Cristina Garmendia, que se amplíen a 7.000 nuevas plazas las ofertadas por las facultades de Medicina de nuestro país. De no ser así, se daría la paradoja de que ni siquiera habría licenciados suficientes para cubrir la oferta MIR.
Y nadie puede decir en un futuro que este debate es nuevo. Ya en el año 2007 se advertía en distintos medios de comunicación que Asturias era la cuarta región con la plantilla de especialistas más envejecida y que se estimaba que en quince años se jubilaría el 40% de la plantilla actual. El propio gabinete de Salud advertía en octubre de 2007 que la cifra de licenciados que salen de nuestra Facultad «resulta insuficiente para atajar la escasez de personal». Es sabido, por otra parte, la cada vez más frecuente contratación de médicos extranjeros, incluso algunos de ellos con dificultades a la hora de hablar el castellano.
Y frente a esto, ¿qué se está haciendo? Parece que hasta ahora, ni el Gobierno regional ni la propia Universidad de Oviedo quieren afrontar el problema y dar la solución que merece, que no es otra que incrementar las plazas de estudiantes en la Facultad de Medicina de Oviedo.
¿Nos pasará como tantas veces en este país, que por ser incapaces de ponernos de acuerdo o de tomar decisiones a tiempo, nos encontramos a pocos años vista con un problema tan grave como que no tengamos el número de especialistas médicos adecuado? Espero que no.
Me atrevo desde estas líneas a pedir el señor rector de la Universidad de Oviedo, al señor decano de la Facultad de Medicina, al señor presidente del Gobierno regional, a los señores consejeros de Sanidad y de Educación, que asuman el problema de forma inmediata y pongan las medidas necesarias para que ya en el próximo curso 2009-10 se incrementen en forma razonable las plazas de nuestra Facultad, de forma que ninguna vocación real, ni ningún alumno que haya superado sus estudios de Bachillerato y PAU con éxito razonable, vea las puertas de su facultad, y lo que es más grave, de su futuro profesional, cerradas a cal y canto. Por el bien de Asturias y por el bien de nuestro sistema público de salud.
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