Del lat. M¯ETAM ‘todo objeto de forma cónica’ (EM) se sigue el asturiano meda ‘montón de heno’, ‘hacina’ que explica La Vega Medas (Lln), el diminutivo La Medina (Pa), los colectivos Medéu (Cn), etc. Igual que este último es probablemente Madiéu (Cb)47 pero extraña, ciertamente, el sufijo -iéu a no ser que, al igual que Serpiéu (Pi), tenga su origen en un abundativo -ie(g)u.
Posiblemente el mismo elemento inicial lo encontremos en El Picu Modorru (Cn), quizá por recordar su forma una meda, explicable desde el apelativo asturiano modorra ‘terreno de poca elevación y forma cónica’48. Los aparentemente colectivos La Medal (Pi), Medal (Cu)49, La Meal (Llg), proceden del lat. MET¯ALEM ‘cónico’ (OLD) en clara referencia al terreno.
Pero para una buena interpretación de cuanto antecede no ha de olvidarse que el lat. metam también significaba ‘límite’, pues sin duda en muchos confines se situaban mojones que recordaban la figura de la meda. Pues bien, quizá un derivado, el adjetivo *metarius, a, um ‘que limita, que divide’ y, concretamente, su femenino *METARIAM sea el responsable del Altu la Madera que podría deber su nombre no al bosque sobre el que se alza sino al hecho de estar precisamente en el límite de Siero y Xixón.
Otros topónimos de este tipo que señalan límites podrían ser: “A Pena Madera”, peña de 1214 metros en el límite con Lugo (EPA), Los Maderos, picu entre Siero y Sariegu (EPA), Pozu los Maderos, en el límite de Villaviciosa y Sariegu (EPA), Colláu Maera , en la separación de Llaviana y Sobrescobiu (EPA), etc.
De un diminutivo plural M¯ETULAS ‘pequeñas columnas’ (OLD) tenemos Las Médulas en El Bierzo, al sur del dominio lingüístico, en alusión a las emergencias del terreno horadado como consecuencia de la extraordinaria explotación minera romana (429 p. 101)50.
Pese a lo que se dijo más atrás (cap. 1 & 8) abrigo ciertas sospechas acerca de si será posible proponer un colectivo *MET(U)LARIAM o *MET(A)LARIAM como étimo del topónimo extremo-oriental Peñamellera ‘peña de piedras piramidales’ o ‘peña piramidal’ o ‘peña que está en el límite’. También podría explicarse por un antropónimo MELLARIUS (Kajanto).