Toda una serie de topónimos menores del oriente asturiano tie nen como expresión La Moría, posible seguidor de un estadio ante rior *La Moriya. En realidad parece que aluden a terrenos que fue ron comunales pero que se caracterizan por ser pedregosos. En este sentido se ha propuesto (cf. 280) relacionarlos con una raíz preindo europea *MOR- ‘piedra, roca’ que parece expandirse por zonas de Italia, Francia y España y que, entre nosotros, acaso explique el apelativo morra ‘cabeza’, morru ‘morro’ y, metafóricamente, ‘elevación del terreno’, así como el diminutivo morriyu ‘pedrusco’ (cf. 332 p. 189), todos ellos presentes en nuestra toponimia menor. La explicación etimológica dada, dentro de ese difícil mundo preindoeuropeo, parece más adecuada que la que quiere partir del lat. MORARI (263 p. 346).
Mantenemos, sin embargo, alguna reserva acerca del origen prerromano del término pues hay que sospechar que *moriya —> La Moría tratándose de terrenos comunales, esto es, sometidos a lo que el uso consuetudinario exige, podrían ser continuadores de un posible término formado sobre el lat. M¯OREM ‘costumbre’, ‘modo de comportarse’ (EM)32, acaso *MORILIAM o *MORICULAM. No sería de extrañar, por otra parte, que con expresiones similares se hayan cruzado los posibles derivados del también latino MORAM ‘tiempo que transcurre hasta que suceda una cosa’, ‘retraso de tiempo’ (OLD), todo ello muy en consonancia con la referencia a la regulación de terrenos comunales en cuanto a épocas de apertura y cierra para su disfrute.
Como topónimos que podrían justificarse desde *MOR- ‘piedra’ se citaron (280 p. 32) unos cuantos lugares habitados como La Mora, Mora, La Moral, Morea, Moriyón, Valle Moru (Po), etc. y otros menores del tipo Mora, Moradiellos, Moratín, More, Moreda, Moredina, Morena, Morlongo, Moro, Moru, Moros... y otros muchos (269 p. 34).
Pero no debe simplificarse la interpretación porque algunos de los citados quizá tengan otros orígenes pues pueden estar motivados por razones diferentes:
a) De tipo cromático o fitonímico (latín MAURUS o M¯ORUS), especialmente señalados por el abundativo -al, -ar.
b) De tipo antroponímico (MAURUS), incluyendo las formaciones derivadas en -ANUM > -án. Así Morán, nombre que llevan dos núcleos de población Uviéu y en Vilanova d’Ozcos (cap. 9), lo mismo que Morana (Gr), La Morana (Ce).
c) De formación sobre lat. M¯URUM ‘muro’, ‘pared’ (EM) > muru —> muriu, donde han de contarse también los diminutivos La Muriella o La Moriella. Al grupo pertenecen los compuestos como Morlongo (Vn), un verdadero MURUM LONGUM ‘muro largo’. Han de incluirse también los incrementados como L’Altu las Muruecas (Sm), con un sufijo diminutivo-despectivo sobre muru muy próximo a El Cuetu las Muriacas (Tb) ‘el peñasco de las pequeñas paredes’.