La palabra latina VALLEM ‘valle’ (EM) dejó numerosos derivados en nuestros nombres de lugar (242 p. 63). Los más frecuentes presentan el actual apelativo asturiano en sus diversas variantes valle o valle.
Valle (Pi, Ci, Uv, Lr, Vy), Valle (Ll, Vd), El Valle (Vv, Cñ, Go, Uv, Na, Si, Lla, Bi, Llg, Cd, Pr, Md, Tp), El Valle (Ay, Ll, Pz, Sm, Ti, Cn), Valles (Pi, Xx, Sr, Cd), Valles (Ti), Los Valles (Cg, Llg, Mi, Cd, Gr). En el extremo occidental: El Vale (An), Vale (Cs), Os Vales (Gs), etc.
Sólo unos pocos de nuestros topónimos conservan el antiguo género femenino latino:
Vallouta (Sl), Vallouta (Ce), Vallota (Cl) VALLEM ALTAM ‘valle alto’.
Valbona (Si, Md, An, Sl, Vy), Valbuena (Cb, Ll) VALLEM BONAM ‘valle bueno’.
Podría mantener el primitivo femenino Vallouria (Sl) si se tratara de un ‘valle áureo’ o ‘del color del oro’ como acaso sean los del tipo Fontouria o Fontoria, hontoria que podrían traducirse como ‘fuente dorada’. A veces algunos topónimos como Vallouria pueden llevar el nombre de un antiguo posesor adjetivado, acaso el antropónimo AUREUS (Solin). Otra idea aconsejaría ver en éstos un elemento hidronímico emparentado con ur ‘agua’ (cap. 1; cap. 6).
La Vallicuerra (Mi), también podría presentar una concordancia con femenino pero resulta mejor entenderlo como ‘el valle de la cuerria’ o ‘el valle (en forma) de cuerria’ o construcción circular.
Quizá Valsera (Lr) pueda interpretarse suponiendo que el segundo elemento continúe el lógico femenino del adjetivo S¯ERUS, A, UM ‘tardío’ (OLD), palabra de la misma familia que SER¯OTINUS, A, UM (OLD) a su vez en el origen de ast. serondu ‘tardío, otoñal’, seronda ‘otoño’. En tal caso Valsera, que habitualmente se documenta “Valsera” (SP I, a. 1233), equivaldría a ‘valle tardío en producir frutos’, a no ser que -sera sea un nombre de persona formado sobre SERUS (Solin) o que debamos considerarlo un abundativo del ast. balsa ‘zarzal’, ‘bosque’, ‘limo del río’.
En el caso de Valladosa (An) no resulta fácil, a falta de más datos, descubrir si estamos ante derivados de VALLEM o, como parece mejor, de VALLUM —> VALLATUS, A, UM seguido de sufijo abundativo -¯OSUS, A, UM o simplemente un VALLEM concordando con el antropónimo adjetivado DORSUS (Solin).
Sobre las posibilidades de interpretar Naraval (Ti) como NIGRAM VALLEM ‘valle negro’ ya hablamos anteriormente (cap. 3) y volvemos más tarde sobre ello (cap. 9).
Creemos, finalmente, que La Vallisca (EPA), una pequeña majada de Cangues d’Onís, mantiene un diminutivo portador del antiguo femenino latino.
La gran mayoría de los actuales derivados de VALLEM ya presentan un continuador romance masculino. En nuestros topónimos puede aparecer en compuestos con expresión plena (valle) o reducida (val):
Podemos encontrar un compuesto de nombre más adjetivo como El Vallanchu o El Vallantsu (Vd) ‘el valle ancho’, El Valleseco (Bu), etc.
Otras veces se combinan dos nombres pero ha debido desaparecer un elemento de conexión entre ambos, sin duda la preposición DE, frecuentemente generalizada antes de ser habitual el uso del artículo: El Vallebregón (Llv) ‘el valle del viento del sur’1, El Valle Tabláu (Ti), Valle Tesu (Ti), Vallecueva (Ti), etc. En estos casos siempre cabe sospechar que el topónimo valle se identifica gracias a la relación que se establece con la segunda parte del topónimo, sin duda otro topónimo de las inmediaciones.
El Valle la Campana (Sr) recuerda el valle donde debió de estar la campana de la iglesia que convocaba a los vecinos de la parroquia bien a los rezos bien a algunas obras comunitarias. Hay documentos que se muestran explícitos en este sentido pues con la expresión so la campana de, esto es, literalmente ‘bajo la campana de’, se refieren a las tierras y almas dependientes de una parroquia, así dice un documento de 1459:
“Segund iaze so la campana de santo Medero de Uimenes” (MSB).
Lo mismo manifiestan los documentos medievales de Carrizo (León):
“In uilla que uocitant Pupladura de Yusso, en cabo del rio Daria, so la campana de Santa Maria” (418 p. 232, a. 1238)2.
Es frecuente que aparezca la expresión apocopada seguida de otro u otros elementos, en algunos casos meramente descriptivos o locativos:
Valabilleiro (Gs) ‘valle de abejas’ o ‘el valle del sitio llamado Abilleiro’.
Valcáu (Cn) ‘valle profundo’.
Vallongu (Gr) ‘valle largo’.
Valmayore (Cn) ‘el valle mayor’.
Valmenor (Po, Mi) ‘el valle más pequeño’.
Valmión (Ni) ‘valle mediano’.
Valserondu (Ti)3 ‘valle serondu’, ‘valle (de producción) tardía’.
Valtraviesu (Vd) ‘valle atravesado’.
Vallobal (Pi) ‘valle frecuentado por los lobos’.
Valloberu (Sg) ‘valle de lobos’.
Vallobil (Pa) ‘valle de lobos’.
Los tres valles que surcan profundamente la geografía de Teberga presentan una interpretación meridiana:
Valdecarzana (Tb) es el valle donde está la casería denominada Carzana, hoy en el pueblo de Campos (cf. 227).
Valdesantibanes (Tb) es el valle donde está la iglesia de San Juan, esto es, “ecclesia Sancti Johannis” (cf. 227).
Valdesampedru (Tb) es el valle en el que estaba situado el “cas tellum Sancti Petri”, es decir, el castillo (de Alesga) que se alzaba en el valle donde estaba San Pedru, nombre que conservan hoy unas fincas de Berrueñu y que debieron de haber sido famosas quizá por la erección de una iglesia en sus inmediaciones (cf. 227; 226 p. 293).
Similares a los anteriores serían quizá:
Valdemaría (Vv) MARIA (Solin).
Valdemora (Uv, Cd) MAURA4.
Vandoreyo (Mi) AURELIUS (Solin).
El Valdoviecu (Vd) OVECO es antropónimo medieval (443 P. 484).
Valdevero (Ay) VERUS (Solin).
Acaso también:
Valdaces (Vv) por referencia a un posible lugar llamado Aces que coincide en su expresión con el topónimo de Candamu, Aces, del que hablaremos más adelante.
Valcárcel (Sm) plantea una serie de problemas derivados de su documentación. Se cita a “pedro tomas de valcarçe” (DMB a. 1233) que hace sospechar que “-carçe” pueda ser un antropónimo en genitivo, tal vez CARTIUS; sin embargo esto queda en entredicho al documentarse también: “ualle Karcer” (DCO a. 1096), “illa hereditas in ualcarcel” (DMB a. 1245).
A ellos debemos añadir:
Valdelesabeyes (Llv) ‘valle de las abejas’.
Valdebóis (Ib) ‘valle de bueyes’.
Valdelafaya (Llv) ‘valle del haya’.
Valdeladuerna (Pi) ‘valle de la artesa’.
Valdellobos (Tb) ‘valle de lobos’.
Valdemurio (Qu) ‘valle del muro’, etc.
Sin duda también:
Valdelospozos (Sr), Valdesoto (Si)5, Valgranda (Av), Valcenera (Mi)6, Valdebárcena (Vv), Valmu rián de Baxo (Mi), Valmurián de Riba (Mi), Valdeciegu (Mi), Valde ferreiros (Ib), Valdefarrucos (Ay), Valderro deiru (Sl), Valdediós (Vv, Ay), Val darieme (Ti), Valdunu (Lr), etc.
Un buen número pueden ser portadores de nombres de persona en genitivo, seguramente un antiguo posesor (cap. 9):
Balmori (Lln) MAURUS (Solin).
Valboniel (Cs) BONELLUS7.
Valsenche (Mi) SANCTIUS (Solin).
Valpole (Ct) PAULUS.
Valdepares (Ef) PARIUS, el valle de un individuo probablemente llamado PARIUS (cap. 9).
Valsindi (Gr) SENDUS (141: 241).
Valvaler (Ib) VALERIUS (Solin).
Valvidares (Sg) VITALIS (Vitalis).
Vallobín (Uv) LUPINUS (Solin) / LEOVINUS (141: 169)
Probablemente Balbín (Go) pueda entenderse con la lista que precede, tal vez un VALLEM ALBINI, de ALBINUS (Solin), pero es fácilmente explicable desde el antropónimo BALBINIUS (Solin). Valnés (Lr) podría haberse formado sobre un genitivo de NETIUS (Solin). Vallourés (Vy) acaso de AURASSIUS (Solin).
En ocasiones resulta difícil saber si lo que aparece es un adjetivo pospuesto a un apelativo o si se trata del nombre del posesor si no va precedido de preposición; cuando se combina con preposición suele ir en ablativo o en el caso universal:
Valbúcar (Vv) BÚCAR8.
Vallimoru (Po) MAURUS (Solin).
Valmouriscu (Ti) *MAURISCUS.
Valsiréu (Ti), OSO-REDUS (141: 205).
Aunque no hay que olvidar la presencia de BALD- en la antroponimia germánica (141: 37), podría haberse formado sobre VALLEM —> Valdedo (An, Vy, Gs, So). Por su parte Valdidiellu (Pr) parece un diminutivo formado sobre la expresión anterior.
El diminutivo tardío pero femenino VALL¯ECULAM (EM) es responsable de Valleya (Sr) ‘vallecito’ y del analógico El Valleyu (Pa). De valle encontramos también el diminutivo valletu que con metafonía se mantiene en El Vallitu (Mi), llamado por muchos El Valletu, etc.