La palabra asturiana canga ‘valle cerrado entre dos alturas’ seguramente nos permite sospechar que un significado cercano habrá de pervivir en La Canga (Co, Cg, Llg), Canga Cimera (Mi), Canga Fondera (Mi), Cangas (del Narcea), Cangues (d’Onís), Les Cangues (Ca), La Cangueta (Ct).
Aunque no imposible fónicamente, no me parece que el nombre de persona CANICUS (354 p. 276) justique los topónimos que preceden. De hecho, desde hace tiempo se viene discutiendo bastante sobre cuál podría ser el étimo conveniente (202 p. 274) y hay quien defiende todavía que ha de partirse, con Menéndez Pidal, de un deriva do del latín CANNAM ‘caña’ (EM) —> *CANNŠICAM con un significado metafórico de ‘garganta’ o ‘valle’, e incluso ‘vega’.
Otros, entre los que me cuento, prefieren ver, quizá con más fundamento, su ori gen en un término céltico que ha dejado descendencia entre nosotros siempre en relación con determinado tipo de curvatura; así los topónimos citados podrían partir del céltico *CAMBICAM ‘timón del arado’ (TLG 40), diminutivo femenino de CAMBO *‘curvado’ (181 p. 78)16, o de CAMBO ‘terreno en la curva de un río’ (TLG 40). Del asturiano *cambu puede haberse formado camberu ‘gancho curvado donde se engarzan las truchas recién pescadas’. De una variante femenina de CAMBO parece que se sigue el asturiano camba ‘pieza curvada del arado’ aunque hay quien defiende que su origen podría estar en el grecismo en lat. CAMBA o GAMBA ‘corvejón de los cuadrúpedos’ (EM). En cualquiera de los casos parece que hay una referencia constante a algo torcido, curvo, accidentado.
La variante masculina, también de origen céltico, CAMBIGO ‘pieza curva de madera’ (TLG 40), tiene seguidor en el asturiano cangu ‘viga, cabrio’, y aparece en el topónimo Cangos (Mi).
Entre los seguidores toponímicos de camba encontramos El Monte la Camba (Cl), El Cambeiru (Vd), Cambureru (Cl). Para otros topónimos de expresión próxima como El Cambaral (Vd), Cambaredo (Ef), ha de pensarse en la terminología ictionímica (cap. 8).