El latín CAN¯ALEM ‘conducto de agua’ (EM) explica la palabra asturia na la canal con que se designa el elemento portátil o fijo por donde circula el agua extraída de una fuente o arroyo o corriente de cualquier tipo. Metafóri camente también se aplica a diversos acci dentes de la piedra o del terreno (una vallada, una cañada) que recuer dan tales conductos. En toponimia cristalizó (242 p. 66) y aparece en los siguientes núcleos de población:
Canal (Sg, Cd), La Canal (Co, Pi, Uv), Las Canales (Cd), Les Canales (Sr), Canales (Cl), Los Canales (Bi), etc.
También es del mismo origen el ya citado Cal (Cs), lógicamente con pérdida de la -n- intervocálica común al gallego y al portugués pero, desde la perspectiva etimológica, se contrapone a El Canalón (Cs) que conserva la consonante, acaso más en relación con los que citaremos un poco más abajo originados en -NN-.
Una variante en -ar la encontramos en la toponimia menor de Valdés donde se consigna El Canarón, El Canarín, La Canarona. Un abundativo formado sobre canal pervive en Les Canaliegues (Co).
Del diminutivo femenino de CANALICULUM ‘pequeño canal’ (EM) deriva el topónimo La Canaleya (Ca), y de un femeninino analógico de CANALICIUS ‘en forma de tubo’ (EM), Las Canalices (Tb).
Por su parte de CANNAM ‘caña’ (EM) proviene el ast. caña o cana ‘rama del árbol’; es posible que se den formaciones analógicas masculinas cañu o canu, alusivo a una caña pequeña y, en consecuencia, a un conducto o canal. De hecho en la toponimia menor encontramos formaciones como La Fonte’l Canu (Tb) equivalente a La Fonte’l Tochu (Tb) en que un canu ‘caña’ y un tochu ‘palo’ fueron respectivamente utilizados como canal o emisor de agua.
Es posible, sin embargo, que el derivado CANNEUM (EM) sea el responsable de: Cañu (Co), El Cañu (Mi, Is). Por su parte Cañal (Na) puede ser un abundativo de caña, cañu.
Podrían derivar de CANNETUM (EM) ‘cañaveral’, o de un colectivo de caña - cana, cañu - canu, los topónimos Cañéu (Gr, Pr), Canéu (Vd), El Canedo (Cs). También Caneiru (Vd)24 con sufijo -ARIUM.