Es claro que el asturiano cueva, así como las expresiones equivalentes de otros dominios lingüísticos peninsulares, no proceden del latín cavus, a, um (EM) sino de la variante hispánica *COVAM (42 p. 514; 35 p. 145; DCELC s.v. cueva). El hecho de que cueva todavía se emplee pro fusamente en el habla explica, quizá, su frecuencia como nombre de lugar (242 p. 55). En Asturias llevan tal nombre, además de un sinnúmero de topónimos menores, los siguientes pueblos:
Cueva (Uv, Sm, Sl, Vd), La Cueva (Pi, Vv, Uv, Na, Llv, Ll, Ce), Cuevas (Lln, Ay, Qu, Md), Cueves (Rs, Ay), Les Cueves (Co, Pi).
Sin diptongación aparece cova en la zona de habla gallego-astu riana: Cova (Bu), A Cova (An, Gs, Ve), As Covas (Cs).
La Covaniella (Llv) es tam bién diminutivo pero efectuado sobre una forma derivada de *COVAM —> *covana. Con incrementación átona equivalente en -ARA, seguida de sufijo aumentativo, tenemos los topónimos del tipo Covarona, Covarón. El apelativo se presenta también doblemente incrementado covátaru ‘cueva de poca importancia’, con un primer elemento despectivo -at-, etc.
Es compuesto tautológico Cueva Conegra (Rs) ‘cueva de cueva negra’. También La Cova donga (Uv). También Cuadonga (Co), con un diptongo ua que podemos interpretar bien como continuador arcaico de la diptongación de la o tónica breve, bien como fruto de la combinación vocálica subsiguiente a la pérdida de la -v-. En todo caso en Cuadonga hay que partir de una *COVAM DÓM(I)NICAM ‘cueva de la señora’ como proponemos en otro lugar (cap. 13).
Un caso similar lo tenemos en Cuamoros (Ll) ‘la cueva de los moros’ y en Cuallagar (Tz) ‘la cueva del lodazal’. Las cuevas están frecuentemente rodeadas de leyendas y tradiciones notables como La Virxen de la Cueva (Pi), La Cueva’l Notariu (Sd) entre otras muchas (411 I, p. 364, p. 366).
Una variante masculina de *COVAM la tenemos, quizá, en CO(V)UM, documentado como ‘barzón del arado, cavidad del yugo por donde se introduce el timón del arado’ (EM), responsable posible del asturiano cuevu ‘cueva pequeña’ que pervive en topónimos del tipo El Cuevu, Los Cuevos, Ricuovu (Pr) y probablemente El Covón de Cuañegra (Cl) ‘el covón de cueva negra’. También en los del extremo occidental donde no hay diptongación expontánea, Covo y Covos.
Probablemente son antiguos diminutivos en -ACULUM > -ayu el metafonético El Coveyu (Ll) junto a El Covayón (Pi). En este grupo se encuentran los diminutivos en -ACULAM como Les Covayes (Pi).
Un problema nos lo plantean los nombres de lugar femeninos en -ELLAM donde, al haberse desplazado el acento por efecto del sufijo, presentan una expresión que tanto puede ser continuadora de *COVAM como de C¯UPAM, o de sus correspondientes masculinos analógicos; son ejemplos como: Los Cuviellos (Mi), Coviella (Co), La Cuviella (Si), Cuvielles (Tb). Lo mismo ha de decirse de El Puertu la Cubiella (Ll), que sistemáticamente deforman en la escritura como “La Cubilla”.