Aparentemente al menos con ARG- estaría relacionada la palabra asturiana argayu o argaxu con que nuestra lengua se refiere al corrimiento de tierras debido, casi siempre, al reblandecimiento de las mismas por el agua (240 p. 103). Asimismo se forman verbos de tal familia como argayar o argaxar; y al terreno con propensión a arga yar se le denomina argayadizu o argaxadizu. En la documentación latina de la Catedral de León ya aparece nuestra voz “argagio” en el año 1093 (ACL/581).
Algunos han visto parentesco en la palabra asturiana con topónimos como Arga, Argán etc. que desde Galicia llegan a Navarra (390 p. 121). La filiación que se busca a estos signos es prerromana según Corominas-Pascual, tal vez céltica *ARGA, emparentada con términos presentes en griego y en el latín ARGILLA (DCECH s.v. argamasa)43. Con todo no debe olvi darse que el catalán actual ofrece aragall o xaragall ‘arroyo’ quizá del mismo origen prerromano (DECLC s.v. xaragall). Nuestros ejemplos toponímicos son del tipo:
Argaxo (Mi), L’Argaxón (Ll), L’Argayu (Pi), L’Argoyu (Sb), Los Argayos (Ca), L’Argayada (Vv), Les Argayaes (Sr, Mi), L’Argayón (Na), etc.