Incluso para los no adentrados en cuestiones etimológicas resul ta fácil interpretar que Ribeseya no es sino una localidad situada en la ribera u orilla del Seya, lo mismo que Ribedeva59 es el concejo bañado por el Deva, río que separa, ahora como en la Edad Media, Asturias de Cantabria.
Sin embargo muchos mostrarían su asombro si se les dijera que los naturales se refieren fundamentalmente a la citada población del oriente de Asturias con el nombre de La Villa. Esto explica que el actual “Ribadesella” sea algo impuesto por la Admi nistración a unos hablantes que no siendo yeístas aprendieron el nombre administrativo según la escritura que se les ofrecía. En mi opinión, si de lo que se trata es de que prevalezca la referencia a la situación ribereña del citado concejo y villa, debería seguirse el cri terio de reproducir adecuadamente el nombre del río que, creo, no ha de ser otro sino Seya y, en consecuencia, Ribeseya la denomi nación del ayuntamiento60.
Creo que Seya es la expresión autóctona asturiana derivada de un término prerromano, SALIA, con que, al menos, los naturales de la Asturias oriental, occidente de Cantabria y noreste de León alu dían a algunas corrientes de agua (cf. 249)61. Etimológicamente es posible que se trate de una palabra de vieja difusión en territorios de lengua indoeuropea. El río SALIA, citado por Mela, escritor de origen hispano, no sabemos con exactitud si se corresponde con el actual Seya o con el cántabro (castellanizado) Saja o, menos pro bable, con Besaya que confluye con el Saja (de ahí Be- ‘dos’) en las inmediaciones de Torrelavega.
Pero lo cierto es que todas estas expresiones podrían ser legítimas herederas del término prerroma no. En todo caso si lo escribo con -y- es porque lo exigen la reglas evolutivas del asturiano y no sólo porque no lo desaconseja la más vieja documentación y por pervivir inequívocamente en el nombre de un concejo leonés cuya pronunciación tradicional es Oseya de Sayambre.
Dicho Oseya parece una derivación de *AQUA SALIA por lo que significaría propiamente ‘el agua del seya’, ‘agua del río`, aunque algunos parten de una raíz indoeuropea hidronímica *AU — > *AUSA (295 p. 135) o *UPS- (392 p. 202).
También encontramos topónimos menores del tipo Aguasaliu (Po) y, al sur, Aguasalios que quizá ofrezcan una composición similar a *AQUA SALIA aunque con una realización fónica rehecha. Su equivalente lo vemos en Los Abasalios pero ahora con el primer elemento que también parece prerromano y también hidronímico, acaso el mismo que encontramos con la raíz prerromana *AP(I)A ‘agua’ (397 p. 39) estudiada más arriba.
La evolución fonética que se observa desde SALIA > Seya es acep table de acuerdo con un fenómeno que se señala en asturiano donde se testimonia el cierre de la vocal tónica á cuando, seguida de vocal cerra da, se encuentra ante una -a final de palabra, igual que en ASTURA > Esla (460 p. 57). En consecuencia, para explicar el vocalismo del topónimo no se precisa buscar una lectura *Saelia en los viejos documentos.
Por lo que se refiere a Oseya, si equivale a *AQUA SALIA ‘agua del Seya’, ‘agua del río’ ¿cuál será el origen de Sayambre? Entendemos que Sayambre pudo haber sido originariamente un adjetivo formado sobre SALIA, algo así como *SALIAM(I)NE ‘territorio del Seya’ con un resulta do a la castellana para el grupo -M’N- puesto que si generalizara el de tipo asturiano debería esperarse Sayame, como por otra parte dan a entender algunos documentos medievales (222 p.237) que todavía en 1306 escriben “Çayame” (CDV p. 222) aunque en 1304 aparece plenamente castellanizado “Sexanbre” y “(Sa)jambre” (CDV p. 219).
Esta interpreta ción rechaza proponer para Sayambre un étimo *SALIA AMNE ‘el río salia’ como alguno apuntó (33 p. 39) pues, en nuestra opinión, de ser acep table tal propuesta debería esperarse, en todo caso, un resultado *Sayañe, cosa que, evidentemente, no ha ocurrido.