Lugares dedicados a llavar ‘lavar’ a orillas de una fuente o arro yo fueron sin duda muchos topónimos menores como La Llavaera (Llg). Algu nos de éstos hoy generalizados con la expresión castellanizante Lavaderu es posible que se remonten sólo a la época de la explotación minera en que se lavaba el carbón en algunos puntos concretos de una corriente de agua.
Es evidente que un compuesto formado con el verbo llavar lo tenemos en Llavapiés (Uv)108 en alusión a usos populares, quizá relacionados con la costumbre de los peregrinos, en este caso provenientes de la visita a Santiago de Compostela, de lavarse los pies, esto es ‘purificarse’, antes de entrar en una ciudad de gran atracción por sus reliquias (361 p. 339), en este caso las que custodiaba la iglesia asturiana o San Salvador (Uviéu).
Tengo muchos reparos en hacer una aseve ración generalizada para Llavares (Vv, Lla109, Sd110) lo mismo que sobre los topónimos del tipo Llavandera (Xx, Cr, Si, Mo), La Llavandera (Vv, Mi), Llavanderu (Vv), Llavandeira (Tp), ya citados en otro momento (p. 98 y 564).