Crónicas asturianas
Fueron los cronistas mozárabes de Alfonso III el Magno quienes enlazan a Asturias con los godos. Luis Alfonso de Carballo investigó, de modo ameno, sobre “Las antigüedades y cosas memorables del Principado”, estudiando linajes y casas notables, hechos históricos de timbre de honor.
Ambrosio de Morales, relator de Felipe II, en su viaje a los “Reinos de León, Galicia, y Principado de Asturias” resaltó la suma relevancia en el orbe cristiano de la Basílica-Catedral de San Salvador de Oviedo, punto de partida del Camino Primitivo jacobeo. El “Beato de Liébana”, de un monje montañés al servicio del aparato cultural del Reino de Asturias, es fascinante. La Diócesis de Oviedo, durante centurias, tuvo dependencias territoriales eclesiásticas en las actuales provincias de Lugo, León, Cantabria y Zamora. Cosa no de extrañar, pues tal vez haya una Asturias de contornos difusos, que coincide con territorios astur-leoneses y cantábricos –Laciana, Babia, Oseja de Sajambre, Liébana–. Lo astur-galaico es un hecho claro y enriquecedor. Somos la Asturias occidental, pésica y de los antiguos pueblos luggones. Existió Noega, Lucus Asturum. El Oviedo sede regia y de Prerrománico, así como un mundo atávico de pizarra y teitos atlánticos, de emblemáticos hórreos totémicos, de balleneros y pixuetos de mar norteño; de xaldos de folixa y vaqueiros orgullosos, siempre acusados de ser celtas a su aire, mozárabes o moriscos, judíos, romanos perdidos en las brañas, gentes bravas y emprendedoras de apellido Feito, Cano, Gayo. Parrando o Berdasco. Nuestra región dio lugar al 25 de mayo de 1808. El oriente es Amieva y Porrúa, Piragües del Sella, cotizada Llanes, Colombres indiano, quesu cabrales. Asturiano es lo minero de unión y logros, Montepío y orfeones, Brigada Minera de Salvamento, carboneres, paisanos duros y tiernos; de “Nuberu”, chigres, ateneos culturales, geriátricos, familias meritorias, con nietos y fíos que salen en “Asturianos por el mundo”. Es que somos también la Asturias de docenas de centros asturianos mundiales, plató de cine de “Volver a empezar”, “La Regenta”, “El abuelo”, “Pídele cuentas al Rey”. Oviedín de tertulia, Fontán, Corredoria y Ópera, Universidad, arraigados Premios “Princesa de Asturias”. Gijón es sidrera y participativa, volcada al mar, jovellanista y surfera. Avilés de Rivero, Antroxu, Niemeyer, Arcelor. Juan Cueto Alas fue un heterodoxo astur.
El carácter asturiano varía, pero, en general, abunda el expansivo y algo sanguíneo, sociable, solidario y espléndido, “grandón” de nobleza cordial sin reserva. Nuestra histórica y gaitera comunidad vivió ajustes brutales de sectores productivos. Hoy somos cachopo, osinos y paisaje, TPA y ruinas industriales, pintadas y escombros. Pocas regiones europeas han sido tan analizadas por economistas, sociólogos, demógrafos y filósofos. Duermen el sueño de los justos muchos proyectos realmente innovadores y Asturias destina mucho gasto social a lo prioritario.
Existen lobbies profesionales de asturianos internacionales como “Compromiso Asturias XXI”.
Hay una Asturias de raíz algo reivindicativa, con una prestosa industria cultural asturianista.
Dentro de una España universal y regional, con cabida para todos.
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