De malos y buenos libros
1. Incluso los malos libros son entretenidos hasta que descubres por qué son tan malos.
2. Abrimos cada nuevo libro con la esperanza, ciertamente, de que la vida vuelve a empezar.
3. Cuando no me han devuelto un libro me he consolado siempre pensando que, tal vez, le hacía más falta a quien se lo quedó.
4. Celebra el Día del Libro, pero hazlo de tal manera que la fiesta se alargue todo el año.
5. Hay una ley editorial que dice: los libros de los malos escritores que venden muchos ejemplares ayudan a pagar los de aquellos otros que, pese a escribir bien, apenas hacen caja.
6. Buena parte de los muchos libros que se publican son del género tonto, aunque se anuncien como históricos, románticos, policíacos, etcétera.
7. En un soporte u otro, lee siempre. Con el tiempo aprenderás a valorar la superioridad estética y tecnológica de los libros de papel.
8. Si la humanidad fuera agradecida, Gutenberg tendría una calle en cada ciudad, o mejor aún: una plaza con árboles y algún banco al sol en el que sentarse a leer.
9. ¿Y qué decir de los bibliotecarios, de los libreros, esos ángeles que custodian los paraísos en que aún creemos?
10. Desconfía del crítico literario que jamás habla bien de un libro. Y, al mismo tiempo, sospecha del que hace del elogio una rutina.
11. Si la sabiduría está en los libros, como nos han dicho, ¿por qué tantos conspiran para que no leamos?
12. Nos han contado, y lo hemos visto, que a las quemas de libros siguen las de quienes los leen. Es una poderosa razón para rechazar siempre a los predicadores de las chamusquinas.
13. No hay letraherido al que no alivie un buen libro.
14. Con Lêdo Ivo: Definitivamente la poesía no progresa, permanece igual a sí misma por los siglos de los siglos. Es como el río que fluye y jamás deja de pasar.