Flexible y firme

En el área de fiscalía de Gijón, un pequeño espacio situado en la primera planta del Palacio de Justicia dirigido desde hace dos años por Rosa Álvarez, trabaja una docena de representantes del ministerio público, pero en los pasillos de las dependencias judiciales de la ciudad en la mañana de ayer abogados y jueces sólo hablaban de una de estas funcionarias: María Luisa García Vega, la mujer que el pasado miércoles defendió un duro alegato a favor del mantenimiento de la prisión provisional para los imputados dentro de la «operación Marea» contra la corrupción. De la noche a la mañana y con su firmeza y sus argumentos, Vega se convirtió, sin quererlo, en la protagonista del día y quizás en la de las próximas semanas. Los profesionales de la judicatura aseguran que «es una mujer muy trabajadora, de esas que se estudian bien los casos». «Sabe hacer su trabajo», concluyen los juristas.

María Luisa García Vega es una fiscal «discreta», según la mayoría. Y es que éste es el primer gran caso al que se enfrenta esta jurista que suma ya más de diez años de labor profesional distribuidos entre las oficinas del ministerio público en Avilés y Gijón. En su historial, además de los procesos por estupefacientes, lesiones o malos tratos domésticos, «que son habituales en cualquier Juzgado», figuran pocos casos mediáticos. En las hemerotecas se la relaciona con el caso abierto contra la concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Carreño, Áurea Gutiérrez, a la que acusó de prevaricación.

Quienes la conocen mantienen que en la sala, durante la celebración de un juicio, María Luisa Vega es una «buena persona que respeta los pactos con los que ha llegado con los abogados, pero quiere siempre mantenerse en su papel». Una fiscal firme en su trabajo, «pero que no es de las que aplican la ley a rajatabla, es de las que razonan».

Para la mayor parte de los abogados, lo más destacable de María Luisa García es su calidad «humana». Para demostrarla, hablan de un simple detalle: «Nos llama por el nombre y es de las que se ponen al teléfono cuando la llamas».