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Igrafo y Apsa buscaron el favor de Vigón para equipar la Escuela de Hostelería de Olloniego

La Cámara de Comercio de Oviedo adjudicó el contrato a una firma ajena

al caso y al presidente de la FADE

Martes 10 de Mayo de 2011

Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Los dueños de Igrafo y de Almacenes Pumarín (APSA) buscaron -cada uno por su lado- el favor de Severino García Vigón, presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y de la Cámara de Comercio de Oviedo, para lograr el contrato del equipamiento de la Escuela de Hostelería de Olloniego, en Oviedo, dependiente del organismo cameral. Sin embargo, y pese a que Alfonso Carlos Sánchez, propietario de Almacenes Pumarín, se jacta en una conversación telefónica intervenida por la Policía del apoyo de Severino García Vigón, la actuación salió a concurso y fue adjudicada a una firma que no tiene nada que ver ni con Igrafo ni con Almacenes Pumarín. Tampoco con el presidente de la FADE. Muy por el contrario, la adjudicataria es una compañía competencia directa de García Rodríguez Hermanos, la empresa de la que es presidente García Vigón y que también se presentó al concurso para equipar la escuela de hostelería ovetense.

En una conversación telefónica interna de la empresa, realizada al mediodía del 26 de mayo de 2010, Víctor Manuel Muñiz, dueño de Igrafo, da cuenta de sus gestiones para hacerse con la obra. Así, asegura que habló con el «segundo» de la Cámara de Comercio de Oviedo con el objetivo de llevarse el proyecto de Olloniego «sí o sí», pero que éste le contestó que el contrato tenía que «salir a concurso». Además, se lamenta de que García Vigón había advertido de que «no se le diera trato de favor» a su empresa. Pese a ello, Muñiz insiste en esa misma charla en que Igrafo debe hacerse con el trabajo a toda costa e, incluso, según consta en el sumario, comenta la posibilidad de ponerse al frente de la oferta que presente García Rodríguez Hermanos.

Por su lado, en diversas conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía, Alfonso Carlos Sánchez se muestra totalmente convencido de que se hará con el contrato de Olloniego, que, según la empresa, iba a ser de 150.000 euros en la primera fase y de 750.000 en la segunda. Es más, le asegura a un compañero que, a través de Pedro (Rodríguez), director general de la Cámara de Comercio de Oviedo, el propio Severino García Vigón le habría dicho que el contrato «debería de ser para ellos». En otra charla telefónica, una comercial de Almacenes Pumarín, llamada M. C., asegura textualmente a Sánchez en relación con la obra de la escuela de hostelería que «vamos a prescribir la segunda fase y Severino nos echará una mano». Además, según consta en el sumario, también comentan en esta conversación que quieren en el proyecto a una persona a la que llaman Canteli.

Según Sánchez, la tal M. C. sería una persona muy apreciada por García Vigón, que la trataría como un padre y que la «apoya totalmente». Es más, llega a decir que le quieren dar la primera fase de la Escuela de Hostelería de Olloniego «por el artículo 33».

En las conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía hay una de García Vigón al dueño de Almacenes Pumarín en relación con el premio «Empresario siglo XXI» de 2010, galardón convocado por el Centro Asturiano de Oviedo y patrocinado por la FADE y la Cámara de Comercio. Vigón le asegura a Sánchez que está dispuesto a avalar su candidatura y lo emplaza a mejorarla: «Refuérzala, aunque se diga alguna mentira, mete el tema de la contratación de mujeres». Almacenes Pumarín sí se hizo con la distinción, que no lleva aparejada ninguna compensación económica.

García Vigón aseguró ayer a LA NUEVA ESPAÑA que las conversaciones con Sánchez son las normales entre el presidente de la FADE y el dueño de una empresa asociada. Además, subrayó que, en el momento de la concesión, el premio a Almacenes Pumarín estaba «plenamente justificado». Sobre su relación con la comercial M. C. indicó que siempre intenta «tratar bien a todo el mundo».

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