Una de las palabras asturianas con más variantes fonéticas quiza sea la que traduce la castellana mimbre; entre sus realizaciones cita mos las siempre femeninas bima, bimba, blima, blime, brima, bilma, blimba, brimbia, etc.
En realidad, desde un punto de vista etimológico, el cast. mim bre parte del latín V¯IMEN ‘rama flexible’ (OLD) (DCECH s.v. mimbre). Por su parte los resultados asturianos muestran una notable indecisión a la hora de inclinarse por una solución única para el grupo romance -M’N- dado que, al lado del resultado generalizado en buena parte del asturiano centro-occidental, bima, aparecen otros que muestran un proceso difícil donde se habría generado una líquida para favorecer la realización de -M’N- —> -mr- —> -ml- con metátesis posterior.
También parece que podría haberse producido algún influjo foráneo dando lugar a la generalización del grupo -mbr- > -mbl- con metátesis posterior. La también palabra asturiana belime ‘Scilla Lilio-Hiacintus’ acaso guarde relación etimológica con expresiones citadas aunque no deja de llamar la atención que en vasco perviva un término que podría ser próximo, bilia ‘residuo del trigo’, bilimia ‘brizna’.
Topónimos asturianos en relación con VIMEN serían los posibles plurales de VIMIN¯ETUM ‘sitio de mimbres’ (EM) Blimea (Sr), Bimeda (Cn) ya documentado así en la Edad Media, “Monasterium Sancti Petri de Vimneta” (DCO a. 912, c. XII), “Bimeda” (LRCourias 623).