La palabra latina BARCAM ‘barca’ (OLD, EM) justifica la asturiana barca así como la formación analógica masculina barcu. Esta última expresión se asocia también con el significado de ‘depósito del agua de la fuente’, y es sinónima de barcal, a veces relacionado con la terminología del agua.
En lo que se refiere a los topónimos del tipo La Barca (DCELC s.v. barca; 217) es cierto que podría partirse, en algunos al menos, de una aplicación metafórica sobre todo si se trata de terrenos envallados. No sería imposible que en algún caso se tratara de hidrotopónimos posiblemente en relación con una base prerromana explicable desde VAR ‘agua’ (p. 185).
Los pueblos y lugares que llevan un elemento del tipo barcu, barca, ya se documentan tempranamente, así “Ecclesiam Sancte Marie de Barca” (DCO a. 912, c. XII). También: “Vendemosvos el sesmo del terçio que nos avemos ennos molinos de Barca que estan sobrel rio de Nelon” (SP I, a. 1303).
Toponímicamente han per vivido algunos que re cuer dan viejos modos de transporte por barca o barcu que per mitía atravesar el río inmediato (cf. 12) o lanchas que servían de ayuda en la pesca129. El Libro Registro de Cou rias cita “illa Barca” en Na via, Pravia, Tinéu (LRC: Leal). Hoy perviven topónimos como:
La Barca (Cñ, Ct, Sl, Ti, Ib).
Llanu’l Barcu (Ra).
Sotu’l Barcu (St)130.
Soutu la Barca (Ti)131.
Santiagu la Barca (Sl)132.
Todos ellos deben el nombre al hecho de haberse instalado allí en épocas pretéritas algún tipo de embarcación para favorecer el traslado a la otra orilla por no haber a disposición un puente con unas mínimas garantías. Probablemente un caso similar lo tengamos en El Barcu (Uv, Ra)133.
Los topónimos del tipo La Barquera (Cñ, Go, Ra), Barqueiros (Cu) y Barquería aparecen situados tanto a la orilla de ríos como de rías y recuerdan antiguos establecimientos de tránsito del río por medio de barcos o barcas.
A su lado tenemos ast. varadero o varero ‘lugar donde vara la embarcación’ y que aparece en la toponimia de Lluanco en tres ocasiones en alusión a otros tantos puestos de pesca como El Varero les Llongues, El Varero Llaos, El Varero’l Pico. El ast. varar ‘pararse en la costa’, ‘embarrancar’ ha de entenderse igual que el port. varar ‘poner en seco o encallar la embarcación’, cast. varar ‘poner en seco una embarcación’, cat., oc. varar, it. varare ‘echar una embarcación al agua’ etc. Se trataría de una voz originada en el lat. tardío varare ‘hacer una medición de terrenos a través de un río u otro obstáculo’ (DCECH s.v. varar).
La denominación de los depósitos de agua, especialmente de las fuentes, dio lugar a una aplicación metafórica de ahí que tales depósitos entre nosotros lleven los nombres no sólo de duernu sino de lo que son sus sinónimos barcu y barcal.
Por otro lado, mucho más al oriente, en Caravia, tenemos una playa que lleva el nombre de Barciella y que podría suponer, acaso, un continuador del diminutivo latino BARCELLAM (EM), pero podríamos pensar que se trate de un diminutivo de barcia, variante de bardia o barda ‘zarzal’ (cap. 7).