Un terreno poblado de maleza y convertido en finca aprovecha ble se designa en asturiano, entre otras, con la expresión roza, pala bra que pertenece a una amplia familia de gran vitalidad en nuestra lengua, como rozar ‘cortar la maleza de los setos, de las fincas’, rozu o rozadura ‘maleza rozada’, rozón ‘guadaña corta y fuerte empleada para rozar’, etc.
Desde muy antiguo se documenta en los cartularios la palabra roza que, al igual que hoy, designaba un terreno que se limpia para el cultivo y se sigue llamando del mismo modo aún después de cul tivado (77 p. 332, 340). Así se explican la serie de topónimos que algunos entienden, creo que erradamente, desde el lat. *RODIARE (DCELC s.v. rozar; 67 n. 5.782; 35, 518; REW 7.453, 63 p. 55). A nuestro modo de ver parece más acertado explicar ast. rozar desde el lat. *RUPTIARE (REW), formado desde RUPTUS, A, UM, participio de rumpere ‘romper’. Todavía el verbo romper o arromper en la actualidad mantiene la acepción de ‘roturar un terreno por primera vez’. Nuestros topónimos forman una larga lista:
La Roza (Pa, Pi, Cg, Vv, Cb, Na, Si, Ra, Bi, Llg, Ca, Ay, Mi, Mo, Is, Ct, An), Rozas (Rd, Cd, Cn, Bu), Roces (Pi, Xx, Uv, Mo), Les Roces (Co, Sr, Ca), As Rozas (Ei), Cantu les Roces (Sr), Fuente les Roces (Sr), etc.
Los topónimos pueden aparecer con un segundo elemento antroponímico (recuerdo de quien se apoderó del terreno) o de un elemen to caracterizador de la tierra o locativo:
Rozacanal (Pm) ‘la roza del canal’.
Rozacaxil (Ri) *CAGITUS (141: 160).
Rozaflor (Is) FRODE (141: 105).
Rozapire (Sd) PETRUS.
Rozagás (Pm) CASSIUS (Kajanto).
Rozallana (Gr) ‘roza llana’.
Rozamiana (Mi) ‘roza mediana’.
Rozapanera (Pi) ‘roza productora de de cereal para hacer pan’.
Son frecuentes las modificaciones por uno o varios sufijos: La Rozona (Pi, Cr, Vd), La Rozuca (Pi), La Rocica (Av), La Rociella (Mi).
El antiguo uso adjetivo parece pervivir en Vega rro zadas (Ct). Un participio nominalizado y similar en usos a roza aparece en:
La Rozada (Vv, Ti), Rozá (Sr), Rozadas (Gr, Bu), Rozades (Lla), Rozaes (Vv, Bi, Mo), Rozaes de Bazuelo (Mi), Rozaes de la Peña (Mi). Son diminutivos: Roza diella (Mi), La Roza diella (Ti), Rozadela (Cs).
Aparecen también las correspondientes variantes masculinas aunque menos frecuentes: El Rozu (Lr), Los Rozos (Md, Vd). Probablemente deban añadirse El Ruciu (Llg, Mi), El Rozóu (Llg) expresiones con evidentes muestras de metafonía desde *rociu y rozáu. El aumentativo El Ronzón (Sr) presenta una propagación de la nasal, al igual que se observa en folgazán —> folganzán, etc.
Otros topónimos próximos pero ahora formados desde el participio fuerte de rumpere, RUPTUS, A, UM ‘terreno roto’, los encontramos en Arrotón (Gs), con a- protética, y sufijo aumentativo.
Otro derivado, ahora con el sufijo diminutivo -ILLAM (OLD), lo tenemos en La Rotella (Lln, Ci, Xx, Cñ, Si, Sr, Mi), Rotella (Lln, Cñ), Rotellín (Ri)14. No hemos constatado entre nosotros continuadores de participios débiles de romper que en otras latitudes son responsables de topónimos del tipo El Rompido (Huelva). Desde el lat. RUPT¯URAM ‘fractura’ (OLD) se sigue La Rotura (Pi, Sr).