Con un sentido muy cercano al de mayada, pervive con vitalidad en Santander y alguna provincia vasca la palabra sel aludida en documento del siglo IX como sinónimo de braña: “braneas pascua quas uulgus dicit seles” (DCO p. 19, c. XII).
Posiblemente tal palabra se encuentra en la base de nombres de lugar como El Sel de la haya (Pb), El Sel del Cantu (Pb). También en los posiblemente colectivos Seloriu (Vv)33, Celoriu (Lln). Lo más convincente en cuanto a su origen quizá sea aceptar que se trata de una vieja palabra prerromana de un sustrato en relación con el vasco zelai ‘prado’ (DCELC s.v. sel; 183 p. 91; 5,1 p. 13) y acaso con topónimos de Cantabria del tipo Celaya.
En el caso de Selgas (Pr)34, de no haber sufrido la pérdida de una sílaba inicial BASILICAS ‘edificios públicos’ —> ‘edificios de culto cristiano’ (EM) > (ba)selgas (cap. 13), acaso pueda explicarse como un dimuntivo femenino de sel, *SELICAS, aunque Corominas quiere inclinarse por una etimología céltica SELGA ‘caza’ (5, I p. 71). Con todo no debería abandonarse la posibilidad de explicar el topónimo desde el lat. *SEDICA nombre relacionado con *sedicare de la familia de sed¯ere (EM) y sin duda pariente del ast. siésega ‘piedra plana o solera sobre la que se asienta la colmena’ (351 p. 50).
Sospecho que Sela de Obanza (Cs), A Sela de Vinxói (Cs), A Sela (Tr), A Sela da Loura (Vn), A Sela de Murias (Vo) nada tie nen que ver con cuanto antecede sino que deben interpretarse, de acuerdo con el resultado del extremo occidental de Asturias coincidente aquí con el gallego y el portugués, como derivados del lat. SELLAM ‘silla’ (OLD). El resultado que ofrece en este caso la lengua asturiana es siella, término del ajuar doméstico que se aplica metafóricamente al terreno. Encontramos topónimos como El Picu la Siella (Tb) y otros como los ana lógicos masculinos aumentativos El Sellón (Pi, An), El Sellón (Vy), etc.
Nada tiene que ver con esto el topónimo urbano, ovetense, de creación moderna y expresión castellana “La Silla del Rey” (462 p. 566).