En ocasiones a una franja de terreno liso (cultivado o no, según las zonas) puede conocérsele con el nombre de para o de lo que parece su dimi nutivo paraxa35, palabras que po drían estar en relación etimológica con los apelativos usuales paráu o varáu ‘(terreno) liso aunque sea pendiente’.
Sospecho que la explicación etimológica de para y de su representante toponímico Para (Pb), está en relación con el participio fuerte del latín parare ‘prepararse’, ‘disponerse’, palabra de gran diversidad semántica (DCELC s.v. parar).
Cosa más discutible es lo que, a simple vista, podría parecer su derivado paraxa representado como: La Paraxa (Vv, Lla, Mi), Paraxes (An), También el masculi no El Paraxu (Gr), Paraxu (Ce), Paraxo (Go). Un aumentativo en -ona parece Paraxúa (Ef). Es diminutivo La Paraxuela, una pequeña plaza en Mieres.
Un diminutivo es también La Paraxuca (Si), con un sufijo, -UCCA > uca, vivo en la lengua actual pero diferente de -UCA > -uga > -úa presente en Paraxuga (Uv).
No se nos escapa que paraxa puede tener una variante paraya (como argaxu / argayu) pero creemos que paraya admite una explicación cabal desde el neutro plural PRATULA (EM) que acabamos de ver en La Paraya (Ay), Parayes (Sy), Paraes (Na) (s.v. prau). ¿Será que Paraya y Paraxa representan dos momentos evolutivos diferentes, el primero más arcaico y el segundo más evolucionado (sonoro rehilado en la Edad Media y posteriormente ensordecido) en [Šs]? No parece fácilmente admisible pues en tal caso habrían de revisarse algunos términos asturianos con [Šs] (equivalentes a ast. [y]) que se han considerado castellanismos. Es cierto que no se encuentra un resultado *Paracha en la zona B-D asturiano occidental como sería de esperar para T’L, C’L, G’L, LJ, y sí Paraxa (460 p. 230 y 262) pero no parece argumento definitivo.