La palabra latina L¯IMITEM ‘camino que bordea una propiedad’, ‘límite’ (EM) origina la asturiana llinde ‘límite’ que ya aparece en 863 como “illam limite” (DCO p. 38, c. XIII) y que da nombre a diversos pueblos (218 p. 77):
La Llinde (Cn), Llindes (Qu).
Llindelafaya (Pz) ‘la divisoria del haya’.
Llindemu rias (Sl) ‘el límite con Murias’.
Llindouta (Cn) < LIMITEM ALTAM ‘el límite alto, el límite de arriba’.
La variante llende ‘límite’, presente en La Llende (Lln) y en Llendemieres (Ay) ‘el límite con Mieres’, Llendigresia (Bu) ‘el límite de la iglesia’, ha de entenderse como una formación influida en su vocalismo tónico por el verbo llindar que admitía una realización llendar por razones inherentes al vocalismo átono.
Por influjo de la nasal, la vocal inicial átona puede convertirse en a, sin duda favorecido por haberse dado la influencia del apelativo PLANUM, tal como aparece en:
Llandepena o Llendepena (Vd), Llandelfornu (Vy), Llandequintá (Vy), Llan digustio (Mi), Llandecarballo (Gs), Llandepereira (Gs), Llande cas tiellu (Vd), Llandicuaña (Ll), Llandelatabla (Md), Llandellena (Uv) ‘el límite con Llena’.
En algún caso los topónimos del tipo llende- quizá deban inter pretarse desde el adverbio hoy arcaizante allende ‘más allá’ < ILLINC DE (371, p. 466)40. Llendelabarca (Vd) debe ser entendido como ‘el pueblo situado más allá del lugar donde llega la barca’ porque se trata de un pueblo al que se accedía en barca desde Brieves, aunque también podría ser ‘el límite de la barca’, en referencia a las tierras donde llega la barca que comunica dos ori llas con diferente adscripción administrativa.
Con la expresión El Cordal de Llongalendo nos referimos a la cordillera que sirve de separación entre los concejos de Mieres y Ayer; en mi opinión ha de interpretarse como ‘longa linde’ o ‘límite alargado’, esto es, una LONGAM LIMITEM donde se observa una vieja anteposición del adjetivo al nombre, una no palatalización de la l- de LIMITEM por haberse fusionado en una única unidad ambas palabras sin conciencia de composición, manifiesta también por terminación en -o (y no en -e) como si se tratara de hipercaracterizar el masculino al referirse a un cordal, *longalende —> Llongalendo.
Aunque llinde es femenino tenemos El Llindión (Llg), término justificable desde el apelativo llindión ‘terreno muy accidentado’, sin duda porque muchas veces los límites se encuentran en terrenos marginales y difíciles.
Bullimeiru (Vy) podría ser un compuesto de bustum y una formación conjetural efectuada sobre limitem, acaso un *BUSTUM LIMINARIUM, esto es, ‘un bustu que se encuentra junto a un paso, entrada o divisoria de tierras’.