Pero si bien la variante céltica carrum triunfa en toda la línea no por ello dejamos de tener muestras de otras expresiones concu rrentes pertenecientes al área latina del tipo CURRUS -¯US ‘carro’ (EM). Su pervivencia es real gracias al posible derivado corral, acaso originariamente ‘lugar para el carro’. También son parientes corredor o correor ‘pasillo externo y elevado de una casa, provisto de enre jado’.
Un ejemplo claro lo vemos en el participio del verbo CURRERE (EM) > asturiano correr, cuyo analógico *curritus, a, um subsiste gracias a la nominalización del femenino en los topónimos teberganos del tipo La Corrida (Tb) alusivos a caminos de traslado de ganado6. Con incrementación de -T¯ORIAM tendríamos La Corredoria (Uv), etc. que podríamos traducir como ‘camino de carros’.
Cuestión que también debería tratarse sería averiguar con corru y su familia, de gran uso apelativo y toponímico, si podrían explicarse como participio fuerte del citado latín CURRERE (cap. 11).