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El nombre del diablu

Además del citado El Seltu’l Diablo (Ll), el nombre del espíritu del mal por antonomasia aparece también en:

La Isla’l Diablu (Lln), La Pena’l Diablu (Vd), El Güertu’l Diablu (Qu), El Canalitu’l Diablo (Ri), La Puente’l Diablu (Cg), etc.

A su lado hemos de situar lo que parece un continuador del nominativo de DAEM¯ON -ONIS (EM) llamada A Cova El Demo (Bu), etc. No hemos consignado hasta el presente otros equivalentes del tipo diañu, que parece continuador de un eufemismo decanum —> *DECANIUM aplicado al diablo, aunque sí da cuenta del término la lengua hablada.

Lugares de difícil orografía pueden lle var la expresión infiernu, sin duda por tratarse de una comparación con el considerado peor de los lugares posibles. Así La Puente L’Infiernu (Cn), El Ríu l’Infiernu (Ca)...

También aparece El Purgaturiu (Ll), término igualmente con referencias religiosas, que ha de intentar explicarse junto a la tradición oral según la cual algunos debían realizar actos concretos en determinados lugares a favor de la comunidad a la que no podía regresarse en tanto no hubiera sido satisfecha (397 p. 537).

Frente al infierno y al purgatorio la toponimia también puede recordarnos El Paraíso; de ese modo el nombre de una calle de la capital asturiana todavía lleva ese nombre sin duda justificable por la referencia documental: “palacia regalia cum cum platea sua iuxta fontem babtisterii qui uocatur Paradisus” (DCO a. 1161, c. XIV, p. 429; 462 p. 433).

En la toponimia menor es frecuente encontrar otras muchas motivaciones religiosas que nos recuerdan viejos usos y cultos. Un caso es el relativo a todo lo relacionado con los muertos. En Teberga, por ejemplo, recogimos un topónímo como Las Castañales de los Difuntos por ser el lugar donde la comitiva del entierro se detenía para hacer el relevo de los que tenían que transportar el féretro.

Un caso llamativo hoy es La Novesaria (Xx, Llv), Prau la Nevesaria (Uv), Les Niversaries (Ri) que nos recuerdan, quizá, una finca entregada a cambio de la obligación de los clérigos de rezar por el muerto en su ani versariu o cabudañu.