Sobre la voz latina SUMMUM ‘la parte más alta’ (EM) se formó el masculino ast. somu ‘lo más alto’, y por tanto ‘cima’. Sobre este término se construyó el verbo asomar que, primitivamente, debió de significar ‘llegar a la cumbre’ y, por consiguiente, ‘aparecer al llegar a la cumbre’. Derivados directos de la variante femenina SUMMAM no sólo se constatan en la toponimia de la Península Ibérica sino en otros lugares de Italia (5, 11, p. 189).
En Asturias se derivan (244 p. 73) de esa palabra: La Soma (Vv), A Soma (Cs). Por su parte Somáu (Pr), documentado “Somado” (SP I, a. 1177), presenta un sufijo propio de los participios o adjetivos y el topónimo significaría propiamente ‘lugar elevado’, ’lugar que se deja ver, que se divisa’.
El topónimo Sumines (Gr) podría, quizá, entenderse como un diminutivo plural de SUMMAM pero no ha de olvidarse que también sería aceptable considerarlo un genitivo analógico de los antropónimos SUMMINUS y SUMMINA (CIL III, CIL XIII).