Otras pendientes nos las revelan los topónimos del tipo La Pruída (Ti, Dg, Vy), A Pruída (Ve) formados gracias al participio del verbo latino PRODERE ‘colocar delante’, ‘manifestar’ (DCECH s.v. pruida; 27 p. 21) que no ha de confundirse con PRURIRE > ast. pruír —> pruyir ‘tener comezón’.
Creo ahora que los topónimos del tipo La Prida (en Teberga y en el valle de Ardisana de Llanes y en una collada que lleva desde Piedra al valle de Llabres en este concejo), Pría (Lln), La Pría (Vv, Mi), sin negar que en algunas ocasiones hayan podido haberse originado desde (VIAM) *PETRITAM (237 p. 69) ‘(camino) empedrado’, son mayoritariamente continuadores del participio de prodire (OLD), PRODITAM ‘(la cuesta) que está delante’ > ast. proída —> pruída ‘cuesta que da salida a un alto’ como manifiesta La Proída (PSil) (408 p. 246). La eliminación de la vocal velar al realizar una elocución rápida resulta muy comprensible como manifiestan otros ejemplos similares del tipo ruina —> rina ‘débil’. En asturiano resultan difíciles de justificar otros orígenes etimológicos con -n- (368 p. 42) puesto que no se pierde tal consonante.