Llanu, llanu, yanu, yyanu o chanu son todas ellas expresiones asturia nas que, según las zonas y junto con sus variantes femeninas, provienen del latín PL¯ANUS, A, UM ‘llano’ (EM) de gran rendimiento toponímico como nombres y adjetivos (460 p. 216). Aparecen ejemplos abundantísimos como (242 p. 69):
El Llano (Xx, Uv), El Llanu (Co, Vv, Cñ, Cr, Is, Cd), El Chanu (Vd), llano (Qu), Chanu (Cn), Llanu (Co), El Yyanu (Ti), El Chao (Ef), O Chao (Ss), etc.
Es discutible si Llan (Tr) proviene de este étimo o ha de considerarse un derivado de IULIANUS. Hay ejemplos en femenino en casos como:
La Llana (Pa, Pi, Cb, Uv, Na, Cd, St), La Yana (Llg, Ca, Ay), La Yyana (Ni), etc.
Hay diminutivos: Llaniellu (Pr), llaniellu (Ti), La Llaniella (Cb, Sr), etc.
Un caso particularmente interesante nos lo descubre Llanelo (Ib), pues se conjunta, claramente y de modo particular, el resultado de tipo gallego -ELLUM > elo, junto al asturiano PL- > “ll-“, con conservación de la palatal como ocurre notablemente en algunas muestras de la tierra de Entrambasauguas y como volvemos a ver unas líneas más abajo en ejemplos del tipo Grandayá (Cs), Silvañá (Gs), Sirvallá (Tr).
En compuestos:
Llanu l’Acebu (Llv), El Llanu’l Río (Uv), Llanuamieva (Lln), Llanulatabla (Llv), El Llanu Solís (Cr), Llanurrozu (Ce), Chanurriegu (Ti), La Yana’l Güiyu (Mi), La Yana’l Monte (Mi), La Yana’l Pando (Sr), La Yana Palacio (Mi), Yanaceo (Mi) ‘llana del acebo’, La Yana les Duernes (Mi), La Yana Solares (Ay), Yanalamata (Ay). Probablemente también en Yananzanes (Ay) (cap. 9).
Lo mismo en el extremo occidental:
El Chao das Trabas (Ef), El Chao de Porzún (Ve), O Chao de Leiras (Tr), etc.
Caso especial son los resultados metafonéticos:
Yenu la Cuba (Mi), Yenu la Tabla (Mi), El Yenu’l Peral (Mi), El Yenu la Reguera (Mi).
Aparecen en plural:
Los Llanos (Sr, Gr, Pr), llanos (Qu), Yanos (Ay), Los Chanos (Cn), Los Llanos d’Abaxu (Is), Los Llanos d’Arriba (Is), llanos de Somerón (Ll)1, Les Llanes (Vv, Llv), Les Yanes (Llg, Ca, Ay, Mi, Ri).
Mención aparte merece Llanes, capital del concejo del mismo nombre, antiguamente territorio de “Aguilar” que, careciendo de artículo, no sabemos si ha de deberse a un resto de la antigua terminación femenina -as > -es, que se exten dió por una amplia zona oriental y penetraba en Cantabria, o si es resultado de una construcción en ablativo del tipo (IN) PLANIS (333 p. 73).
Como adjetivo aparece en:
Silvayyana (Ti) ‘matorral llano’.
Grandayá (Cs) ‘granda llana’.
Silvañá (Gs) ‘matorral llano’.
Sirvallá (Tr) ‘matorral llano’ (296 p. 27), etc.
Un topónimo aparentemente similar es Villayana (Ll) ‘casería llana’ y admitiría, según la fonética local, un resultado perfectamente aceptable desde PLANAM > -yana; ese mismo étimo estaría avalado por la documentación medieval aunque, también es cierto, serían posibles otras explicaciones (cap. 9).
En algunos casos topónimos como El Reyán (Ay) pueden ofrecer un compuesto cuyo segundo elemento es el seguidor del lat. PLANUM ‘llano’ si lo interpretamos como ‘el rellano’, aunque no han de desdeñarse otras posibles interpretaciones (cap. 11).