El adjetivo latino TURBIDUS, A, UM aplicado al agua (EM) lo encontramos en los topónimos: LACUM TURBIDUM > lleturbio (Ll) ‘lago turbio’, ‘lago sucio’ (cf. 397). Otro lago de Llanes lleva el nombre de El Llagu la Turbia. El cierre de la tónica, probablemente ŠU, podría deberse al influjo de la yod inmediata.
Más problemas nos plantean los topónimos del tipo La Tuerba nombre de un arroyo o riega de Villaviciosa. Lo mismo ocurre con La Tuerba una playa de Caravia. Es cierto que podrían interpretarse desde el adjetivo latino TURBIDAM ‘agitada’, ‘turbia’, ‘sucia’ (OLD), con una metátesis de la yod de turbia.
Un equivalente podríamos tenerlo en la región de Entrambasauguas en el nombre de una playa conocida como Torbas (Ef, Cu, Tp). Ahora el comportamiento fonético que se observa parece similar al que vemos en LIMPIDUM > (l)limpo ‘limpio’, es decir, tendente a eliminar la yod.
Hay, con todo, un problema que pone de manifiesto un documento medieval de la costa de Verdicio que alude a “intratas et exitas cum barcas et solares de tueruas” (DCO a. 1058, p. 190) que nos siembra la duda al referirse a lugares situados a la orilla del mar como ocurre con las citadas La Tuerba o Torbas. Efectivamente, podrían ser lugares azotados por las aguas agitadas y, consecuentemente, turbias, pero también pudiera ocurrir que se tratara de otra cosa como da a entender el grupo sintagmático documentado “solares de tueruas”; en este sentido podría tratarse de lugares donde se asentaba algún ingenio para la explotación de los recursos marinos. ¿Qué podría ser? Indudablemente estamos tentados de relacionarlo con términos en relación con tŠubum, acaso TŠUBŠULAM > tolva (DCECH s.v. tubo) —> torva pero debería resolverse el problema de la no esperable diptongación de la vocal tónica (cap. 10).
A los topónimos citados pueden añadirse lo que parecen diminutivos: Torbiella (Cg), documentado “Toruella” (LTO), A Turbela, una playa de Tapia. También Torbina (Pm).
Turbeiriza, playa de Valdés, parece que tiene unos orígenes semejantes a los anteriores pero ahora con una incrementación diferente en -ARIAM + -¯ICIAM.
Turbeñu, en Ñévares (Vv), no es imposible que presente un derivado también, seguido ahora de un sufijo caracterizador -ENIUM, quizá motivado por el hecho de tratarse de un pueblo surcado por el agua de la llamada La Fuente Nueva (DGA).