Acaso los topónimos del tipo Sama (Llg, Gr38), Sama Baxo (Cr), Sama Riba (Cr), Sames (Am), Samas (Lln), Samielles (Llv) pudieran relacionarse con palabras todavía emplea das en asturiano tales como sámagu ‘madera decrépita, parte blanda de la madera’, xamascu ‘rama de árbol’, xamargu ‘hierba perjudicial’, xamoucu ‘especie de timón’. Éstas, a su vez, podrían estar en relación con otras presentes en gallego, portugués y vasco (14 p. 51, 54) y en toda una serie de topónimos peninsulares (cf. 207).
Los intentos de aclarar el topónimo Sama los resume Femández Ballina (cf. 317), según se haya propuesto un origen indoeuropeo de tipo hidronímico, fitonímico o ictionímico. Este autor se inclina por una interpretación hidronímica, idea que modernamente comparte Martín Sevilla pues considera que se origina en la raíz indoeuropea *sem- con un grado pleno alargado *som-, con un desarrollo céltico de tipo *SAMA ‘el (río) tranquilo’ (cf. 405)39.
Nosotros sospechamos que quizá se trate de una palabra, evidentemente de origen prerromano, tal vez céltica (155 p. 295), pero con una posible alusión fitonímica. Entendemos que ha de partirse de la palabra esdrújula céltica SAMARA, con pérdida de la -R-, fenómeno no inusual en asturiano, que se constata con la acepción de ‘fruto del olmo’ (TLG 130) pero que pudo tener otras acep ciones más o menos próximas, sin duda relacionadas con la fitonimia. De origen céltico y defendible también como origen de nuestros topónimos sería *SAMARO ‘barbecho’ (TLG).
Samalea (Pi) parte de unos mismos presupuestos que Sama pero ofrece una doble incrementación abundativa en -ALEM + -¯ETAM > -eda > -ea, como ocurre con otros fitónimos del tipo Figaréu (Cd).
Pero desde SÁMARA fue posible una metátesis *SÁRAMA que explicaría los abundativos Los Zaramales (Tb), Zaraméu (Tb), Zarameo (Ll), Zaraméu (Babia)40, etc.
En nuestros topónimos no hemos de ver el superlativo indoeuropeo SAMA por ser átono, tal y como lo muestran los conocidos topónimos de tipo UXAMA > Osma y *LETISAMA > Ledesma.
