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La Llantada

El verbo PLANTARE ‘enterrar con el pie’ (EM) origina el ast. llantar que lucha en retirada con el hoy sentido como más culto plantar. Sobre el participio débil de plantare, esto es PLANTATUS, A, UM , se forma una serie de topónimos que deben su origen a primitivas plantaciones, así:

Llantao (Av), Llantáu (Vv), La Llantada (Cb), La Llantá (Bi).

La Llantá (Go) ya lo conocemos al menos desde el siglo XII cuando aparece “Villa nominata Plantata” (MSVO p. 389 a. 1152). También es posible que el nombre de lugar dedicado a plantación lleve el nombre del dueño de la tierra, así: Llantamartín (Llg) ‘la plantación de Martín’ (254 p. 5).

Desde PLANT¯ARIUM ‘semillero’ (OLD) se sigue ast. llanteru, llanteiru y chanteiru presentes en:

Llantero (Cn, Sr), Llanteiru (Ct), llanteiru (Cn, Ti), El Llanteru (Si) (296 p. 26).

La misma expresión se mantiene al occidente del Navia en lugares como Llanteiro (Vy, Bu, Ef) que testimonian la presencia de una palatalización claramente de tipo asturiano. Lo mismo ha de decirse para Llanteiróu (Bu) aunque debe buscarse explicación para el diptongo final, acaso resto de un viejo sufijo -¯ONEM.

En los topónimos asturianos encontramos, a veces, una variante fónica de la palatal inicial ll- en l-; así es posible oír Llantero y Lantero. El mismo comportamiento se detecta también a la izquierda del Navia en nombres de lugar tal y como da a entender el actual Lantoira (Cs), documentado “Nanto ria” en 1006 y en 1011 (234 p. 122; 296 p. 28), que ofrece el sufijo -ORIAM; igual ocurre con Lanteiro (Cs) y todos los que, encontrándose entre el Navia y el Eo, presentan palatalización inicial de acuerdo con una de las variantes fónicas asturianas y no con resultados gallego-portugueses (260 p. 88).

En Llantrales (Gr) podría mos estar ante un abundativo plural de llanteru —> *llant(e)rales ‘conjunto de semi lleros o plantaciones’. Acaso de ahí, en singular, provenga llantrapiñán (Tp) (296 p. 26) con un nombre de posesor formado sobre PINNIUS (Solin), muy próximo, por otra parte, al citado Llantamartín (Llg).

Llantones (Xx) es posible que deba entenderse como una creación analógica masculina (aquí aumentativa) del lat. PLANTAM ‘planta, brote, renuevo’ (EM) > ast. llanta, de acuerdo con las lenguas romances que exigen una forma PLANTO, -ONIS (EM).

Sin duda en relación etimológica se encuentra llantigu (An) documentado “Nantigo’’ (234 p. 122; 296 p. 28; 318 p. 129) con la presencia de un sufijo -¯ICUM, el mismo que encontramos en pontigu formado sobre PONTEM (234 p. 122). Nuestra propuesta se aleja del pretendido origen celta que se le ha atribuido (261 p. 56) por una interpretación literal del documento medieval.