Hay una gran lista de núcleos de población relacionados con los que encabezan el epígrafe; son masculinos y femeninos, singulares y plurales:
L’Espín (Xx, Ti), El Espín (Cu), L’Espinu (Vv), Los Espinos (Cr), Espina (Rs, Am, Po, Vv, Cn), La Espina (Sl), Espinas (On), Espines (Co), etc. En este grupo ha de incluirse A Espía (Ve), con pérdida de -N- intervocálica propia del gallego-asturiano. Probablemente un topónimo de este tipo, en plural, está en la base del actual apellido “Espías”.
Pueden ser diminutivos en -ELLAM: Espiniella (Si), La Espiniella (Vd), Espiela (Ct).
Encontramos colectivos en: Espineo (Llg, Mi, Ll, Ay), Espinéu (Sl), Espinosa (Cd). Por su parte Espinaréu (Pi, Ti) y L’Espinadal (Am) presentan una doble incrementación sufijal.
El problema etimológico estribaría ahora en saber si todos estos nombres de lugar son derivados del lat. SP¯INAM ‘arbusto espinoso’ (EM), o de su variante masculina SP¯INUM ‘espino negro’ (EM), o si, por el contrario, en algún caso, nos encontramos ante auténticas metáforas que se aplican a ciertas elevaciones del terreno por su semejanza con el espinazo animal (8 p. 14). En algunas muestras parece evidente que se trata de un arbusto o conjunto de arbustos; así parece en: La Espinera (Llg, Llv), Espinera (Si), Les Espineres (Pi), Las Espineronas (Ll).