Del lat. CORRUGUM ‘galería de mina’ (EM)103, ‘canal de agua’, acaso de origen céltico (TLG 57), se forma el ast. cuérrabo ‘pradera rodeada de peñascos con una sola salida estrecha’, presente en nuestros topónimos La Braña’l Cuérragu (Sm), Los Cuérragos (Tb) y acaso Os Córrigos (Tp).
Posiblemente Cuergo (Ay) pueda entenderse en el mismo sentido. Acaso se trate de lugares relacionados con la explotación minera romana aunque no desechamos la relación antroponímica ya sugerida (cap. 9 & 13).
En las minas modernas, es decir en los pozos mineros, a veces aflora al exterior alguna de sus capas; del número de orden de estas capas pueden tomar su nombre algunos terrenos, así Los Terceros de Mariana104 (Mi), El Quintu Carbones (Llg), El Sestu o Sestu Pisu Carbones (Llg), Sestorrasu (Cn), etc.
Pero otras veces el número puede hacer referencia a la partición de la tierra por una herencia, o por un reparto u otra causa; así aparece ya en la Edad Media cuando los documentos consignan cosas como: “illa mea racione que ibi abuerit de la octaba illa tercia...” (SV a. 1178, p. 504). O bien: “et per sesto de Ualle minor”, “et per sestum qui exit ad fonte de Karut”, “et per sistu de Caiake usque in flumine Luinia et per Petrosela usque in Castrum et perrexit ad era Daniel et per sistum usque in Lemnese de rege” (DCO a. 912 c. XII).
En algún caso parece que se encuentran los derivados del lat. SEXTUM ‘sexto’, ‘sexta parte’ (OLD) o de su diminutivo *SEXTŠELLUM como: Sistiellu (Gr), Sestelo (Cs). Es posible que lo mismo presente El Sesiello o Xixello (Xx) si no se trata de un antropónimo (p. 37). Una sexta parte también se expresó desde el lat. *SŠEXIMAM —> La Sesma (Co, Ti).
Sobre el lat. TERTIUS, A, UM ‘tercero’, ‘tercera parte’ (OLD) se forma el semicultismo terciu que se continúa en Les Tercies (Pi, Sr, Ay, Ll)105.
Encontramos también La Cuarta (Pi), Cuartes (Si), Les Cuartes (Vv, Uv) que podrían referirse a una cuarta parte de algo y, a veces, a una medida, de longitud o capacidad, efectuada con la palma de la mano abierta en toda su amplitud.
Los topónimos del tipo Quintana a los que hemos aludido más arriba, en realidad en un principio no presentan sino un número fraccionario si bien cuajado toponímicamente en época muy antigua.
Lo mismo se puede decir de “Villa Nona” (SV a. 1200, p. 573)106 que en todo nos recuerda el conocido y ya citado Cabanaquinta (Ay); otro semicultismo posiblemente nos lo manifieste El Noveno (Mi), etc.
Entre todas estas imposiciones burocráticas estoy convencido de que ninguno supera en genialidad y buen gusto administrativo a dos consignados en el concejo de Ayer como “Legalidad Quinto” y “Legalidad Tercero”, ambos en la parroquia de Caborana; este último “lleva el nombre de Tercero porque de antiguo era el tercer piso del grupo de Legalidad de la Sociedad Hullera Española” (DGE).