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La Coría

Ast. coríu ‘pato’, ‘pato salvaje’ presenta como apelativo una gran difusión en la región centro-oriental asturiana. Salvo unos cuantos puntos de coincidencia en el centro, la zona centro-occidental no presenta tal expresión sino la variante equivalente del tipo curru.

Sospecho que para su explicación etimológica he mos de partir del lat. *CUR(U)UM, posible variante fónica de CURVUM ‘curvado’ (EM), al igual que mil(u)um y milvum citados más arriba. Un diminutivo de *curum —> *CUR¯ICULUM explicaría el ast. coriyu —> coríu. Simultáneamente pudo haberse producido el influjo del lat. CURRUM ‘carro’ (EM) responsable de la variantes con -rr-. Un posible *corríu (junto a coríu) tuvo que realizarse también *curríu y *curíu en las zonas del occidente. Nada tendría de raro que siendo sentidas estas últimas como expresiones propias de un participio débil se intentara reconstruir un pretendido participio fuerte como curru o curriu.

Toponímicamente encontramos Pico los Coríos (Go). La Coría (Xx) fue interpretada en el siglo XIX por Junquera Huergo, autor de un importante diccionario de la lengua asturiana, de un modo que recuerda los procesos interpretativos propios de la etimología popular:

“En la inmediata parroquia de Ceares hay un término que llaman La Coría á cuyo pie pasa el río de Viñao, que sigue a La Guía y en el que siempre se criaron coríos y coríes que yeren tuyos y míes”.

Digo que ha de repasarse críticamente porque en asturiano existen otros términos que podrían tener parentesco; me refiero a algunos como coria ‘lodo, cieno’, ‘roña’, también a su derivado corianu, a, o ‘mezquino, roñoso’ que pueden deberse al lat. SC¯ORIAM ‘escoria’ (DCECH) y que hacen que nos recordemos de los lugares ya citados de Courias (Pr, Cn), Cories (Ca) para los que no hemos hallado una explicación suficientemente satisfactoria (p. 455).

Lo que parece un castellanismo equivalente a coríu, esto es, patu, palabra tal vez onomatopéyica (DCECH s.v. pato), parece que pervive en un barrio de la ciudad de Uviéu, documentada al menos desde el siglo XVI como “Campo de los Patos” (462 p. 123). En cambio, El Pato (Ei) no parece tener ninguna relación con este animal.