En algún caso la terminación -én puede representar un resto genitivo, aunque también es posible que ésta continúe un acusativo singular. Podríamos ejemplificar con:
Cien (Am) formado sobre CENIUS (Solin).
Pen (Am) puede continuar a PENIUS (Solin) o PEN NIUS (Solin).
Vegahén (Llg) acaso seguidor del nombre del posesor LENIUS (Solin)309, quizá similar a Muñalén (Ti)310 donde se separa un primer elemento MUN NIUS (Solin).
De todas formas tanto Morén como Talarén (Ni) pueden ser seguidores también del acusativo de una declinación en -ENUS -ENI, o -ENIUS -ENII, tal vez de MAURENIUS (Solin) y *TALARENIUS <— Talarius (Solin) respectivamente (20 p. 139).
Es algo similar a lo que parece suceder a La Ren (Go)311 si se origina en ARRENUS (248 p. 18; 267 p. 40; 354 p. 267; 268 n. 50).
Lo mismo podríamos decir de Brañascardén (Ti) si puede justificarse formado desde CARDENUS (Solin) o CARDENIUS (Solin).
Mazurén (Lla), casería de San Cucao, parece que presenta la misma terminación, tal vez formado de MATTIUS (Solin) + ORENIUS (¿) (Solin).
En algún ejem plo como Bustié (Ay), estadio actual que alterna con su variante más arcaica Bustiyé (“Bustillé”), es posible que estemos ante una pérdida de una consonante intervocálica si es que se trata de una formación del tipo BUSTUM + TIDIENI, genitivo de Tidienus (Solin) o Tidenus (Solin).
En sentido contrario hay muestras claras de la no procedencia de genitivo en ejemplos del tipo:
Aveno (Si), “Uilla que dicitur Aueno” (DCO a. 921 c. XII) AVENUS (Kaspers 33; Solin).
Toreno, villa al norte de Ponferrada y dentro del territorio del dominio lingüístico ástur, mantiene también el vocalismo final procurado por TURENNO (ILER)312.