Quitar en frío, con una tajadera de mango, los bordes o esquirlas de las bocas del porru y del yunque del mazu, con el fin de que se acoplen bien [Oc.]
No poder más (los bueyes que caminan con mucho trabajo, parándose a veces por falta de fuerzas, pero no por falta de voluntad) [/Eo/.]