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Alfonso Sánchez: «Ahora no está María Jesús y ahora hay que cumplir»

El propietario de Almacenes Pumarín reconoce en las escuchas grabadas por la Policía que hasta la dimisión de Otero tenía entrada en Educación y que «tirábamos de largo»

Jueves 5 de Mayo de 2011
Alfonso Sánchez: «Ahora no está María Jesús y ahora hay que cumplir»
Alfonso Carlos Sánchez. /

Oviedo, J. E. MENCÍA

Alfonso Carlos Sánchez Sánchez, uno de los propietarios de Almacenes Pumarín, en libertad bajo fianza, reconoce en las conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía que, durante la época que el ex consejero José Luis Iglesias Riopedre y la ex directora general María Jesús Otero permanecieron en Educación, tuvo «entrada» en la citada Consejería. «Nosotros tirábamos de largo y se nos contrataba sobre la marcha para lo que fuera», recoge una de las cintas que forman parte del sumario de la «operación Marea», la investigación judicial abierta contra la corrupción en la Administración regional.

La investigación policial de la «operación Marea» llegó a Alfonso Carlos Sánchez Sánchez, propietario de Almacenes Pumarín, a través de las investigaciones que ya estaba llevando a cabo la Policía sobre las actuaciones de Víctor Manuel Muñiz, uno de los dueños de Igrafo. De las conversaciones intervenidas por la Policía se desprende que las relaciones comerciales de Almacenes Pumarín con la Consejería de Educación cambiaron sustancialmente tras la salida de José Luis Iglesias Riopedre y María Jesús Otero, que dimitieron de sus cargos en agosto del año 2010. En una conversación intervenida en octubre de 2010, Alfonso Carlos Sánchez afirma: «Ahora no está María Jesús y ahora hay que cumplir».

El final de esta buena relación en Educación queda constatada al mes siguiente, en noviembre, cuando habla con una persona que le pregunta si puede hacer algo para que matriculen a su hijo fuera de plazo. Alfonso Sánchez responde, según las investigaciones policiales que constan en el sumario, «que los que él conocía dimitieron». Antes de despedirse, Sánchez se justifica con su interlocutor y deja claro, según el sumario judicial, que «si esto pasa hace dos meses, él tenía entrada de todo tipo».

Las conversaciones registradas demuestran una buena relación entre Alfonso Carlos Sánchez y la familia de José Luis Iglesias Riopedre. En una ocasión el hijo de Riopedre, Ernesto Iglesias, propietario de una de las firmas investigadas, habla con el empresario de Almacenes Pumarín sobre una máquina de sondeos que quiere recuperar y que al parecer está en manos de la empresa de Alfonso Carlos Sánchez. El empresario le dice a Ernesto Iglesias que ya habló de ese asunto con su padre. En otra ocasión, Sánchez reconoce que va a una comida con José Luis Iglesias Riopedre.

Uno de los hechos que más llamó la atención a los agentes de Policía sobre la actuación de Almacenes Pumarín y la empresa Igrafo es el buen entendimiento que había entre ambas, supuestamente competidoras. La Policía graba conversaciones en las que Víctor Manuel Muñiz pacta reuniones con responsables de la Administración regional en las que negocia también la asistencia de los propietarios de Almacenes Pumarín.

Incluso José Luis Iglesias Riopedre reconoce en una conversación con el propietario de Igrafo: «Ya dije que te dieran a ti y a Pumarín el equipamiento de Arriondas... ¿no habló alguien contigo? Víctor Manuel Muñiz dice que ya se lo dijo a María Jesús Otero, que mañana va a hablar con ella para ver cómo lo hacen, ya que hay que dividir el pedido en dos partes».

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