Fue dura para ser clara

Los expertos señalan la importancia del caso para justificar la contundencia del alegato de la fiscal María Luisa García

Viernes 25 de Febrero de 2011

Gijón, R. GARCÍA

Para los abogados de la defensa de los imputados por la «operación Marea» el alegato de la fiscal María Luisa García Vega constituyó un duro varapalo, mientras que los que representaban la acusación se llevaron una «grata sorpresa» con la firmeza del ministerio público. Lo que parece estar claro para unos y otros pocas horas después de la vista oral en la que la Audiencia Provincial debía decidir en torno a la excarcelación de tres de los imputados dentro de esta investigación judicial contra la corrupción es que el discurso del ministerio público no dejó indiferente a nadie tanto por su contundencia como por la rotundidad de los argumentos.

«No nos esperábamos esa dureza», aseguraban algunos de los letrados en la mañana de ayer. El análisis más extendido entre los expertos en Derecho habla de la necesidad de fijar posturas ante la opinión pública: «La fiscalía suele ser dura en sus intervenciones en casi todos los procedimientos, pero en este caso suponemos que el ministerio público ha querido dejar clara su postura, los superiores les han dicho que hay que ser duro».

García Vega respondió durante su intervención uno por uno, parte improvisando parte leyendo su escrito de alegaciones, los argumentos que iban exponiendo los abogados de la defensa del ex consejero de Educación José Luis Iglesias Riopedre, de la que fuera su «número dos», María Jesús Otero, y de la funcionaria Marta Renedo Avilés. Sin titubear, sin dar su brazo a torcer y sin admitir ninguno de los argumentos esgrimidos por los abogados. «Ella como fiscal sabe mucho. A pesar del secreto de sumario, accede a los autos y puede que incluso sepa más que la juez porque se ha estudiado los más de 3.000 folios con los que cuenta el sumario», mantienen los letrados. Algunas de las frases pronunciadas por María Luisa García Vega han quedado grabadas. «A Riopedre se le trata con el mismo rigor que a otros pequeños delincuentes». Primer argumento de la legislación: todos iguales ante la ley. Una idea que luego sería reforzada: «Este señor no es el primero que viene a este juzgado». María Luisa García Vega fue especialmente dura, en palabras de los interesados, cuando habló sobre Iglesias Riopedre. No consideró ni siquiera el argumento del estado de salud que ahora le ha valido al ex consejero su salida de la cárcel: «El supuesto mal estado no le impidió cometer los delitos que se le imputan».

«Es normal que la fiscal intente ser más dura de lo habitual, sabe que es un caso mediático y que se juega mucho frente a la opinión pública», mantiene una abogada gijonesa quien pone en valor además el carácter jerárquico del ministerio público: «Ella decide lo que dice y cómo decirlo, pero las líneas maestras vienen de la jefatura». La constancia en el trabajo de la fiscal, unida por tanto a la importancia del caso, dio como resultado un duro alegato en el que, a pesar de todo, los abogados creen que «no se hirió a absolutamente ninguno de los presentes».

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